«Pondría un 10 a nuestra temporada»
Ajeno a controversias estéticas, Stephane Pignol ejerce el pragmatismo para evaluar el recorrido de Las Palmas en el primer tercio del ejercicio. El lateral defiende el método de Rodríguez y, aunque cauto, reconoce que la promoción no es una utopía para la Unión Deportiva.
¿Usted es de los que responde al debate estético sobre el fútbol de Las Palmas con datos y clasificación?
Por supuesto. En este momento en el que estamos antes de irnos de vacaciones es buenísimo. Yo firmaría por mantenernos siempre en esta situación en la tabla. No vamos a decir que estamos tranquilos, porque llevaría relajación implícitamente. Podríamos estar mejor, pero nos encontramos en una situación en la que nos pondría un diez.
Ganando al Deportivo se finalizaría 2011 en una situación muy próxima a los puestos de promoción de ascenso. ¿Se refiere a eso?
Jugaremos bien o jugaremos mal, pero la clasificación es lo que nos indica el resultado. En este momento estamos bien. Podemos estar mejor y lo vamos a intentar. Estamos cerca de esa zona, aunque creo que miramos a corto plazo. El del Deportivo es un partido que llega en un momento muy importante porque nos iríamos de vacaciones muy cerca de esos puestos de privilegio. Por lo que estaremos muy tranquilo.
Esta Unión Deportiva ha sido etiquetada como un equipo defensivo. ¿Qué estilo cree que definiría mejor lo que representa al equipo en el terreno?
Somos muy competitivos. La actitud. Tenemos muy buen equipo al que se le puede pedir más, y con una actitud muy importante. Manteniendo ese carácter. Ofreciendo cada uno lo que tiene dentro podremos dar un paso hacia delante para hacer cosas muy interesantes.
¿En la intimidad entra el grupo a debatir cuestiones cosméticas? ¿Ese debate externo sobre el estilo de juego se lleva a discusiones privadas entre los profesionales de la entidad?
De aquí a que concluya la Liga vamos a jugar muchos partidos bien y a ganar muchos partidos como el del Villarreal B. Jugamos muy bien, con todos los futbolistas muy implicados. A partir de ahí, hay momentos en los que haremos partidos mediocres y ganaremos. Hemos visto muchas veces que jugar de esa manera nos ha resultado más productivo.
Vamos, ¿que cuando el vestuario se abraza como dogma de fe al precepto de Juan Manuel Rodríguez no lo hace para darle bula al jefe?
Para nada es así. Simplemente es que tiene razón en eso. Cuando tenemos la portería a cero tenemos más opciones de ganar los partidos. Él siempre repite algo con lo que estoy de acuerdo, y es que con este equipo si logramos acabar los partidos sin encajar goles tenemos muchas posibilidades de lograr los tres puntos, tenemos material de sobra para resolver los partidos. Casi cada partido en el que no encajamos goles lo hemos acabado obteniendo la victoria.
Cuando llegó Rodríguez le pregunté por él y me dijo que no le conocía. ¿Ahora?
Es un ganador. Un entrenador que siempre quiere lo mejor del equipo. Me sorprendió cómo nos activó nada más llegar.
Un accidente de karting pudo acabar con su sueño profesional
De Stephane Pignol (París, 03/01/1977) se conoce su longeva trayectoria profesional, construida toda en España en donde ha militado en siete equipos (Compostela, Pontevedra, Almería, Numancia, Murcia, Zaragoza y Las Palmas). Pero no es tan conocido un hecho que pudo cambiar su vida ya que estuvo a punto de perder una pierna cuando solo tenía diez años.
El galo se tira hacía atrás física y mentalmente cuando repasa uno de los momentos más complicados de su vida, un instante en el que entró a marchas forzadas en una etapa de madurez prematura: «Tuve un accidente de karting. Eso me produjo una doble fractura de peroné abierto. Estuvieron a punto de cortarme una pierna. Los médicos me dijeron entonces que no podría volver a jugar al fútbol ni a practicar deporte. Por lo que en teoría no podría nunca haber sido profesional de alto nivel, ni en broma. Pero como soy muy cabezota conseguí llegar hasta aquí», recuerda sintetizando unos días complicadísimos; «necesitaría día y medio para explicar todo lo que sucedió en aquellos momentos», explica.
Tal vez esa experiencia le ha hecho ahora estar cerca de Aythami Álvarez, cautivo de una grave lesión de rodilla, y con el que desde su ascenso al primer equipo mantiene una relación extraordinaria. «Los primeros días después de la lesión lo pasó fatal. Es normal. Me preocupó mucho. Muchos días estuve con él, lo invitamos a cenar a mi casa con mi familia. Queríamos que estuviera alegre, no preocupado todo el día con la lesión», dijo.
Ahora, mira satisfecho la evolución de su compañero y amigo. «Va como una moto. Lo ves haciendo rehabilitación en la bicicleta y no parece que haya pasado por ninguna lesión. Sabe que ya tiene el regreso más cerca y lo ve con más optimismo», cuenta orgulloso.
