Pedro Guerra: "Con la crisis te la juegas en cada actuación"
El cantautor vuelve a la actualidad discográfica con su álbum ‘El mono espabilado’, 13 nuevos temas en los que regresa a sus orígenes. Se trata del primer trabajo lanzado por su sello discográfico Mansi.
El mono espabilado parece una vuelta melancólica a su juventud, a sus principios musicales. Quizá sea algo nostálgico. Para mí no es una mirada al pasado. Que uno vuelva a cosas que ha hecho en determinados momentos, no es mirar al pasado. Igual es una mirada al futuro. Sí es cierto que entronca con mi primer disco, Golosinas, donde divago menos en cuestiones musicales o sonoras para cantar canciones. Vuelvo a la cuestión del trovador, pero no miro al pasado.
El tema que da nombre al disco recuerda a Taller Canario. Suena Taller Canario, sí. Es un momento de mi vida importantísimo y eso está dentro de mi formación como músico y aparece de vez en cuando. Insisto puede ser que en Taller Canario hiciera cosas adelantadas a su época; música moderna a partir de raíces populares, marcando un camino al que volveremos de vez en cuando.
¿Por qué ukelele y no timple? El músico con el que trabajo tiene un ukelele y no un timple. El ukelele y el timple, en algún punto, son el mismo instrumento; se afina igual que el timple, tienen una raíz común, cinco cuerdas...
Parece que hay una regresión en muchas cosas, como en el intento de censurar su concierto en favor de la educación pública en Madrid. Es un concierto que organiza el APA de un colegio de barajas, en colaboración con otras APAs, sin grandes pretensiones, para seguir con la lucha de los maestros en defensa de la enseñanza pública. En los últimos días, se pidió una autorización para celebrarlo y la comunidad de Madrid la negó alegando que era un lugar pequeño para un acto público, problemas de seguridad y que era un acto organizado por gente ajena al centro. Parece que, en realidad, buscaban el modo de impedir su realización. Eran argumentos de poco peso. Lo vamos a hacer (por el miércoles) en un lugar más grande. Al final el concierto ha tenido más repercusión mediática gracias a la suspensión.
Con todo lo que está pasando, sin embargo, en este disco mira al interior, a la naturaleza humana. Nunca voy a dejar de mirar al interior. Nuestro interior dice mucho de los comportamientos que vamos a tener socialmente. Evolucionar es conocerse mejor para obrar mejor y hacer un mundo mejor, con seres humanos mejores. No creo que unas cosas se abandonen por otras. Ahora vivimos una realidad cruda en la calle y se reflejará en mis próximas canciones. El mono espabilado se grabó antes del 15-M.
¿Le incomoda ser canario, exitoso y socio de la SGAE? En absoluto. No creo que los canarios ni los socios de la SGAE estemos marcados. El hecho de que estas personas sean canarios no significa nada. Podrían haber sido de otro sitio y lo ocurrido en la SGAE es grave. Habrá que esperar al juicio hasta que se demuestre todo. Si todo es cierto, como parece que están sucediendo, tendrán que asumir responsabilidades penales y creo que la SGAE está haciendo un proceso de limpieza y refundación muy positivo. Es anecdótico que sean canarios. Esa no es la cuestión. Si han robado, ante todo son ladrones, no canarios.
¿Le afectan los recortes en cultura? Me afectan y no solo los de Canarias. Después de la crisis y la ruina en la que han entrado las administraciones, trabajo con condiciones nuevas provocadas por la crisis. Nadie compra un concierto. Vas a taquilla, a jugártela en cada lugar al que vas. Estoy al tanto de lo que ha sucedido en Canarias. Me parece una barbaridad. A eso no se le puede llamar recorte. Tiene que tener otro nombre. Recorte es que de 100 pase a 80. Pero pasar de 100 a 20 es aniquilar la cultura de Canarias. Cuando voy a las Islas, los promotores cuentan con ayudas de las instituciones. Ahora estoy trabajo en la música de un documental sobre Domingo López Torres con una subvención canaria. Me afecta aunque no viva en Canarias porque trabajo también allí y me preocupa un recorte tan salvaje. Parece que se pretende acabar de un plumazo con toda la cultura y con sus trabajadores.
