Oasis contra la extinción verde
Un oasis contra la extinción. Así podría denominarse al jardín botánico que dirige Stephan Scholz. Allí se ven gran cantidad de plantas. Algunas, como el colino y la conservilla majorera, se encuentran en peligro crítico de extinción. El equipo de Botánica de Oasis Park La Lajita intenta evitarlo.
El peralillo de las islas orientales, una especie de descripción muy reciente (2010), es muy poco habitual en la naturaleza. Apenas quedan 15 ejemplares entre Lanzarote y Fuerteventura. Pero en Oasis Park lo han reproducido por semillas y ya han plantado diez ejemplares en el jardín botánico del parque. Se trata de una especie singular. También lo son el colino y la conservilla majorera, ambas en peligro crítico de extinción a causa principalmente de los herbívoros domésticos y silvestres, razón por la que el equipo de Botánica y Biología de Oasis Park, dirigido por el doctor en Botánica Stephan Scholz, las ha plantado en el parque.
La investigación, conservación y educación ambiental han estado siempre entre las principales tareas. El jardín botánico, cuya andandura arrancó hace 20 años, está dividido en tres zonas: plantas tropicales, cactus y suculentas, y plantas autóctonas canarias. La conservación del jardín botánico conlleva el mantenimiento de plantas locales y endémicas únicas en Canarias. El Archipiélago cuenta con 550 especies exclusivas; de ellas, una docena son endémicas y exclusivas de Fuerteventura. El objetivo siempre ha sido frenar la destrucción vegetal (producida a lo largo de muchos siglos por los asentamiento poblacionales) y conservar así esas especies, no como piezas de museo, sino integradas en sus ecosistemas y comunidades vegetales.
Con respecto a este ambicioso proyecto, uno de sus impulsores, Casto Martínez García, señaló que «han sido muchos años de esfuerzo y sacrificio, pero ha merecido la pena. Oasis Park se ha convertido en un referente de esparcimiento turístico, apostando además por proyectos de sostenibilidad medioambiental y conservación de especies».
El bosque termófilo seco del jardín botánico se está reconstruyendo; conlleva dificultades debido a la aridez de la zona, por lo que es imprescindible el riego. Ocupa 2 hectáreas en las que se han integrado almácigos, acebuches y retamas canarias, entre otras especies.
Sobre una hectárea de bosque termófilo húmedo, situado en un barranco sombreado de Oasis Park, se aprecian, además del peralillo canario, el mocán y endemismos de la isla de Fuerteventura como el tajinaste azul de Jandía, la margarita de Winter y el anís de Jandía.
La isla tiene saladares costeros, palmerales y tarajales (mejor conservados), cardonales y tabaibales (muy mermados) y bosque termófilo (acebuches y almácigos), comunidades representadas de forma muy fragmentaria. En lo alto de Jandía incluso hay restos muy escasos de bosque termófilo húmedo, que se asemeja a la laurisilva canaria y se desarrolla en la zona influenciada por la niebla del alisio. La localización geográfica del jardín botánico cerca del mar hace que sea más fácil reconstruir allí el tabaibal-cardonal, propio del área. Primero se plantan cardones, tabaibas, verodes y otras especies resistentes. Una vez establecidas se añaden las más vulnerables: balo, pulicaria canaria, chaparro canario, guaidil, colino majorero y la conservilla majorera.
