No habrá indulto para Nauzet

El atacante grancanario no entra en el proyecto venidero por su nula profesionalidad y, también, por el decadente rendimiento que ha venido ofreciendo en los últimos tiempos. Por muchos halagos que reciba de Quique Setién, que le dio minutos, y aunque cuenta a favor con la intermediación de Juan Carlos Valerón, quien no dudó en pedir a la afición, con escaso éxito, que le aplaudiera cuando entró al terreno de juego frente al Athletic Club de Bilbao, la postura de la entidad es irrevocable. Además, se tiene en cuenta la postura hostil de la grada, que no perdona los graves actos cometidos por un jugador reincidente en asuntos de este tipo.

Eso sí, no se anuncia una negociación fácil dado que Nauzet tiene pactadas unas condiciones económicas en la UD que no encontrará en otro sitio, además de estar fuera de mercado en la máxima categoría, donde no tiene pretendientes. Con 31 años, fuera de la UD su destino estaría en la categoría de plata, aunque no es algo que le seduzca, dado que comportaría volver a salir de casa, como ya hizo en el año 2009, cuando fichó por el Valladolid, y rebajar sustancialmente el escalón competitivo.

Después de ser uno de los canteranos más prometedores, héroe del ascenso a Segunda en 2006 con aquel gol en Anoeta frente a la Real Sociedad B, y debutar en Primera División con la camiseta del Valladolid, Nauzet regresó en 2012 y mantuvo un alto nivel hasta hace un año, cuando se perdió el tramo final de la campaña por una lesión de clavícula. Desde entonces nunca volvió a recuperar su hueco entre los elegidos por los entrenadores (Paco Herrera primero y Quique Setién después) y agravó definitivamente su posición en la UD cuando en febrero, según la versión que se maneja en el club, fingió una lesión, instantes antes del encuentro frente al Barcelona en casa, para borrarse del partido, lo que no le impidió salir de fiesta poco después, protagonizar una reyerta y, al día siguiente, no asistir al entrenamiento previsto argumentando indisposición.