Naranjo vuelve a Suecia con su proyecto más personal
Hace casi diez años el grancanario Francis Naranjo llenó de luz roja una antigua central térmica de Gotemburgo con su proyecto Red Time. Ahora, el artista plástico regresa a Suecia con Cosas de la vida, un trabajo menos espectacular pero mucho más cercano al espectador.
La fragilidad y el riesgo que conlleva la vida, la obsolescencia de los seres humanos en la sociedad o las transformaciones que sufren las relaciones personales a lo largo de los años son algunos de los aspectos que aborda Francis Naranjo (Santa María de Guía, 1961) en la exposición individual Cosas de la vida. Este personal proyecto, en el que el artista trata cuestiones que comúnmente se agrupan bajo el epígrafe de ley de vida, se inaugura el sábado en la galería Lokomotiv, en el centro cultural ÖKKV Kulturfabriken, en la ciudad de Örnsköldsvik, al norte de Suecia.
En la muestra, Naranjo propone un recorrido por unas piezas que tocan distintos aspectos acerca del papel del individuo en la sociedad y lo que el creador denomina discordancias concretas, inspirándose en la idea de utopía concreta de Ernst Bloch.
En su imaginario, lo utópico se convierte en discordancias, «en lugares de anhelo y de imposible consenso», explica el creador. Estas incongruencias las plantea desde una visión muy personal, basándose en sus experiencias personales. «He propuesto situaciones que tienen que ver con el individuo frente al contexto», indica el artista.
Así, la muestra engloba una serie de objetos, instalaciones y fotos que invitan a reflexionar sobre ciertas contradicciones.
En Abismo, Naranjo exhibe una copa rodeada de una espiral de hilo de sutura, rellena de algodón y cubierta por cuchillas de bisturí. «Con una simbología cruda, expresa el riesgo de decidir tomar la pócima de la vida. También plantea abunda el juego del absurdo y el atrevimiento de jugar con la vida».
Así, en contra de la necesidad comunicativa de los humanos, Naranjo muestra una casa-bunker que, a través de un rótulo, invita al espectador a recluirse en ella para preservar su felicidad de la realidad exterior.
También retrata a un hermafrodita. «Pretendo señalar las situaciones educacionales que se obvian para que elijamos en sistemas bipolares».