Migrando del clic al tap
Esther Pérez Verdú
Viernes, 11 de marzo 2011, 11:18
Vaya época la que nos ha tocado vivir. A mí me resulta del todo apasionante, no se lo voy a negar, pero no dejo de reconocer que puede resultar un poco agobiante. Resulta que todavía nos estábamos acostumbrando a hacer clic con nuestro ratón en determinadas partes de nuestra pantalla, cada vez más plana, para que el ordenador tenga a bien hacernos caso, cuando ahora lo que hay que hacer es tap. Sí señor, al equivalente a «hacer clic» en una tableta, se le llama «hacer tap». Evidentemente, es la onomatopeya del sonido que produce el golpe de nuestros dedos en la pantalla táctil. Pero no deja de hacerme gracia. Desde abril del año pasado, momento en el que Steve Jobs presentó el primer iPad, los usuarios hacemos tap cada vez más. Y más que haremos, por lo que se ve. Cuando adquirí mi iPad lo hice argumentando razones laborales. Era lógico que pudiera probar el resultado de mi trabajo en un dispositivo que apuntaba maneras. Pero lo cierto es que noto cierta tendencia a no poder salir de casa sin ella. Me resulta cada vez más cómoda de utilizar, aunque el teclado virtual no sea santo de mi devoción y el software de Apple me siga pareciendo un incordio. Es rápida, manejable y fácil de llevar. El caso es que ésto de hacer tap cada vez me gusta más y le veo un próspero futuro.