Borrar
Directo Vegueta se tiñe de blanco con la procesión de Las Mantillas
#mecreoacarmina

#mecreoacarmina

Jueves, 1 de enero 1970

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Carmina y amén.

Director: Paco León. Guión. Paco León. Reparto: Carmina Barrios, María León, Paco Casaus, Yolanda Ramos, Estefanía de los Santos, Manolo Solo, Mari Paz Sayago. Música: Pony Bravo, Espaldamaceta, Pájaro. Fotografía: Juan González Guerrero. Año: 2014. Duración: 100 min. País: España

El cine, en numerosas ocasiones, ofrece un espacio de evasión, un salto hacia la magia que nos saca de la realidad y nos hace olvidar por un par de horas nuestra propia cotidianidad en crisis. Pero es cuando nos enfrenta a la vida, bajo la mirada de otro, cuando deja de ser un entretenimiento para convertirse en uno de los medios de comunicación más poderosos por su alcance y, quizás, de los más efectivos porque en él se mezclan todas las artes tan minuciosamente como escrupuloso sea su director o directora.

Paco León, de momento, parece preferir esta segunda vía: comunicar más que entretener o, cuanto menos, comunicar entreteniendo. Lo demostró en Carmina o revienta, y vuelve a las andadas en la secuela de aquella, una película con la que pone fin a la saga: Carmina y amén.

Hay humor y dolor en este película que trata de captar, como él mismo decía en una entrevista con CANARIAS7, los «sabores de la vida». Y como ésta, ni es totalmente comedia ni es totalmente tragedia, sino ambas cosas, a veces a la vez. Pero no es ahí donde León muestra su talento con la pluma también es el guionista de este filme ni detrás de la cámara, sino en la capacidad de escapar de la planicie habitual del séptimo arte. Me explico.

Los grandes presupuestos ayudan al sector a crear productos visualmente atractivos, emprender campañas publicitarias y contar con tres o cuatro estrellas de relumbrón. En estos casos lo menos importante es lo que se comunica pues la idea queda sepultada bajo toneladas de marketing. El cine español no puede competir con nada de esto. Lo que para la industria norteamericana es una película de bajo presupuesto, en España daría para rodar una docena de filmes.

Nadie que vaya a ver Carmina y amén pienso también en Vivir es fácil con los ojos cerrados sale del cine con la excitación que produce la visión de la enésima invasión alienígena a la Tierra. Más bien le queda a uno un regusto dulce y amargo al mismo tiempo porque contempla en la pantalla algo conocido.

No somos Carmina [menos mal], pero hay algo de Carmina en cada uno de nosotros porque su personaje, brillantemente interpretado por Carmina Barrios, aúna decenas de características que identificamos fácilmente por ese aire de familia que se abre camino en nuestra memoria. Tampoco somos María, pero hay muchas Marías en nuestras vidas. Ni somos maridos alcohólicos o ensimismados, vecinas cotillas, o chulos de barrio, pero haberlos, haylos. Ese es el atractivo que tiene el cine español para los que les gusta el cine español, atractivo que, obvio es decirlo, no puede tener, pongamos por caso, el cine serbocroata, el neoyorkino o tailandés, tan de moda en estos lares.

Hay quien prefiere más sangre, estrambóticos efectos especiales o rodajes cámara en ristre a los que llaman cine de autor. Pero hay un público que agradece de vez en cuando que le recuerden cómo es la vida de la gente común concentrada en los prototipos de Carmina y amén. Por eso más que #creoencarmina diría #mecreoacarmina.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios