Matronas del Materno piden sus plazas en maternidad
Matronas del servicio de paritorios del Materno-Infantil reclaman poder acceder a las plazas que les corresponden por sus competencias profesionales en las plantas de maternidad que en la actualidad ocupan diplomados en enfermería. Remiten un documento firmado al Servicio Canario de Salud, sindicatos y colegio oficial para que se cumpla la ley.
El colectivo de matronas reivindica ocupar sus plazas en las plantas de maternidad del Hospital Universitario de Gran Canaria Materno Infantil en un escrito que entregaron antes del verano al Servicio Canario de Salud, la gerencia hospitalaria, jefaturas de servicios, colegio oficial y sindicatos. Cuarenta profesionales reclaman que se le reconozca sus áreas de competencias en la atención integral de la mujer antes del parto, durante y después del parto y los cuidados del recién nacido en las citadas plantas.
Las profesionales de paritorio recuerdan que durante 10 años hubo una «inactividad académica» en la que no se formaban matronas y, como consecuencia de ello, su ejercicio «quedó restringido a trabajar únicamente en el área de partos, mientras que otras áreas clínicas propias de la especialidad eran atendidas por personal de enfermera generalista».
No obstante, esta situación no tiene sentido desde que la especialidad de enfermera especialista en obstetricia-ginecología o matrona se reconoce en 2005 y su programa formativo desde 2009. «En la actualidad, hay bolsas de personal especialista en desempleo que no pueden desempeñar su competencia o deben de buscar empleo en otras comunidades autónomas», señala el colectivo en el documento.
Las áreas de competencias de la matrona están bien definidas y amparadas por la legislación vigente como son las unidades de hospitalización de puerperio; de alto riesgo obstétrico y hospitalización; de fisiopatología fetal; de ginecología; de consulta obstétrico-ginecológicas y de dilatación-paritorio, urgencias obstétrico-ginecológicas, y atención al recién nacido. Las matronas reconocen que aunque un diplomado en enfermería presta, sin lugar a dudas, una atención sanitaria de calidad, «no dispone de la especialidad y, por lo tanto no puede ocupar una plaza de especialista, un hecho que la administración sanitaria permite».
