Los enfermos renales piden acceso directo a su fármaco
Marta Ramos
Miércoles, 2 de marzo 2016, 09:34
La Asociación para la Lucha contra las Enfermedades Renales (Alcer) demanda que el sistema de atención de pacientes domiciliarios de hemodiálisis del sur de Gran Canaria se aplique en el hospital Doctor Negrín para facilitar el acceso al medicamento y evitar que tengan que ir a buscarlo al hospital.
Así lo manifestó ayer el presidente de Alcer, Alejandro Díaz, quien explicó que los pacientes renales domiciliarios, en concreto los de hemodiálisis, se ven obligados a ir al hospital Doctor Negrín para obtener un fármaco para su tratamiento. Esta situación, que se produce desde hace un año y medio en el área norte de Gran Canaria, no afecta a los pacientes del sur, ya que los enfermos renales de esa zona tienen acceso al medicamento en el centro periférico donde se realiza la hemodiálisis sin necesidad de pasar por el hospital Insular.
De este modo, denuncia el presidente de Alcer, estos pacientes tienen que ir tres veces a la semana a su centro de diálisis para recibir el tratamiento, con sesiones de hasta cuatro horas, más un cuarto día al Negrín para buscar el citado fármaco, una caja de pastillas para uso domiciliario, que «se podría dispensar perfectamente en las farmacias». Por ello, Alcer tratará de gestionar junto al Colegio Oficial de Farmacéuticos de Las Palmas (Coflp) que el paciente pueda comprarlo en los establecimientos.
Este objetivo será una de las distintas colaboraciones que a partir de ahora establecerán Alcer y el Coflp, ya que ayer suscribieron un convenio para la prevención y el tratamiento de estas dolencias, según apuntó el presidente del Colegio de Farmacéuticos, José Ramón Santana.
Las enfermedades renales afectan a un 10% de la población española. En concreto, en Canarias cerca de 200.000 personas sufren ese tipo de patologías, una cifra que puede aumentar con respecto a la media nacional por los altos porcentajes de diabetes registrados en Canarias, una dolencia que afecta al estado de los riñones. Díaz alertó que la mayor parte que de estas personas desconoce que son enfermos renales pues se trata de una dolencia «invisible» y asintomática, que si no se no se detecta puede convertirse en crónica.
