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Las deudas ahogan en siete meses la Quesería de Arico

R.R.

Viernes, 29 de agosto 2008, 23:20

Cerca de 30 ganaderos del sur de la Isla llevan más de una semana manifestándose cada día frente a las puertas de la Quesería de Arico a la espera de cobrar los pagarés y los cheques que se les adeudan desde marzo por la leche que entregan. Los ganaderos calculan que la deuda con ellos asciende a 250.000 euros. R.R. / Santa Cruz de Tenerife

Los 20 ganaderos socios y agregados de la Cooperativa Quesería de Arico tenían el compromiso del presidente Indalecio Pérez de cobrar el miércoles pasado la leche que se les adeuda correspondiente al mes de julio. Ese día no cobraron, como tampoco han cobrado los últimos siete meses. En total calculan que se les adeuda en torno a 250.000 euros por la leche de cabra entregada a la quesería desde el mes de enero. Los ganaderos no tienen con qué dar de comer a sus cabras y la quesería está en la ruina, pues, además de este dinero, la cooperativa arrastra una deuda con los bancos de 4,5 millones de euros.

Los ganaderos aseguran que la quesería se ha ido a la ruina desde que Indalecio Pérez se hizo con la presidencia hace alrededor de cinco años. «Esta cooperativa es rentable, porque el queso se vende, pero este hombre ha hecho como ya hizo en Agüimes con la quesería La Viejita, que la arruinó», dice Antonio Morales, uno de los cooperativistas de la Quesería de Arico. Cuando Indalecio Pérez llegó a la presidencia, «con malas mañas», dice Morales, la cooperativa quesera tenía un superávit de 360.000 euros.

Antonio Morales recuerda que durante los tres o cuatro primeros años de presidencia de Indalecio Pérez la quesería «funcionó bien». Entraban más de 29.000 litros de leche de cabra al mes y las instalaciones se quedaban pequeñas. El presidente propone entonces la ampliación de la quesería, «compra unos terrenos anexos que luego vende a la cooperativa un 800% más caros e inicia las obras de una nueva planta», explican los ganaderos, que aseguran que esa operación es la que «ha llevado a la quesería a la ruina».

La macroquesería que se comenzó a construir en el año 2003, diez años después de que el Cabildo promoviera la creación de la cooperativa en suelo municipal, estuvo fuera de uso hasta el año pasado que no obtuvo la licencia de apertura y no se pudo enganchar a la red eléctrica por no contar con un sistema de saneamiento adecuado. Control. Los ganaderos afectados están convencidos de que la situación en la que se encuentra la quesería «es única y exclusivamente consecuencia de la mala gestión llevada a cabo de manera intencionada por su presidente, que busca hacerse con el control total del sector en el sur de la Isla», dicen. Lo cierto es que en estos momentos Indalecio Pérez, que rehúsa hacer cualquier manifestación, controla la mayoría de las acciones y ha traspasado el régimen jurídico de cooperativa a sociedad limitada para poder refinanciar la deuda que mantiene con CajaCanarias. Hasta mediados de septiembre no se sabrá si la entidad bancaria refinanciará la deuda de la Quesería de Arico y, mientras tanto, el Cabildo ha conseguido convencer a los ganaderos para que vendan la leche a la Quesería de Benijos, en La Orotava, la otra cooperativa creada por la Corporación insular en 1993 junto a los ganaderos de la zona norte de la Isla.

Algunos ganaderos ya están llevando su leche a Benijos, pero otros aseguran que «esa no es la solución» y piden la intervención del Cabildo más allá de la mediación, poniendo en marcha una auditoría «para que se sepa qué ha pasado con el dinero que se ha perdido y por qué se ha llegado a esta situación», reclaman. Los ganaderos cuentan con el apoyo del alcalde de Arico, Eladio Morales, que está mediando también para buscar una rápida solución.

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