La UD Lanzarote, al borde de una catarsis económica y deportiva
Lanzarote asiste perpleja a la descomposición de su representativo. Aquel equipo que a principios de siglo luchaba por ascender a Segunda División con José Luis Mendilibar al frente, hoy agoniza entre deudas y resultados lacerantes, en una crisis absoluta.
El equipo de Adolfo Pérez solo ha ganado un partido en nueve jornadas. Situado en la frontera con el descenso a categoría regional, paradójicamente su mala tendencia alivia tensiones en la tesorería. En el nuevo contexto económico de Tercera División, el club presidido por José Domingo Machín, fundado en 1970, solo paga a sus futbolistas por resultados obtenidos. Un centenar de euros a cada uno.
La entidad se encuentra lastrada financieramente, no es la excepción, por la deriva económica del Gobierno de Canarias. El Ejecutivo le ha cerrado al grifo a 9.000 euros correspondientes a las subvenciones al transporte. «No es justo lo que nos están haciendo. Dicen que nos las han bloqueado por unas anomalías en relación a deudas con Hacienda, 747 euros, y con la Seguridad Social, 300. Pero eso ya está en trámite de ser solucionado. Y ellos lo saben, hay otros equipos de la categoría que están recibiendo la subvención a pesar de que tienen más anomalías que nosotros», expone Domingo Gil, secretario del consejo.
El órgano de gestión de la entidad de Arrecife asegura que, en el capítulo de deudas, solo tiene pendiente una nómina con la plantilla de la pasada temporada. «El único jugador que nos tiene en líos judiciales es Jonathan Torres. No lo entendemos. Él fue uno de los que convenció a esta directiva para entrar en el club cuando salió la anterior. Y ahora nos mete en un juicio. Cuando le estamos pagando. Había una deuda pendiente del anterior gobierno del club de 25.000 euros, y hemos ido pagándole hasta bajarla a 11.000. Y en vez de seguir así va y nos denuncia. Con Maciot teníamos el mismo problema y lo solucionamos», indica.
Gil abunda en el problema económico heredado como principal impedimento para garantizar la existencia del club. «No tiramos todavía la toalla, pero si esto no cambia pronto el club desaparecerá. Hay un bloqueo económico por una deuda de 7.000 euros para material de la base de la directiva de Victoriano Elvira. Es de 2006. No estaba nada registrado en los libros de actas desde 2001, un desastre», concreta.