La madre de una niña muerta por negligencia abandona su huelga hambre
EFE
Lunes, 26 de diciembre 2011, 06:47
Elena Masera, la madre de Chantal L.M., una niña de 8 años que falleció en diciembre de 2005 por una negligencia médica en el Hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva, ha abandonado la huelga de hambre que comenzó este domingo tras obtener un compromiso judicial de que se acelerará la causa de su hija.
Masera inició la huelga ayer a las 9:00 horas bajo el lema 'Hace seis años a mi hija la dejaron morir, ¿me dejarán morir a mí esperando el juicio?' con la intención de que se pusiera fecha al juicio por la muerte de su hija, por el que hay imputados cuatro médicos del Juan Ramón Jiménez.
Según ha explicado a Efe Masera, por la tarde recibió la visita del juez decano de Huelva, José Manuel Borrero, y se comprometió con ella, según ha asegurado, a hacer lo posible por agilizar esa causa de la que dijo no tener constancia de que acumulara tanto retraso.
Borrero, que fue hasta la puerta de la Audiencia Provincial de Huelva, donde Masera decidió efectuar su protesta, a título personal le pidió a la huelguista que el martes le remitiera la documentación necesaria para informarle del caso y ver por qué el procedimiento estaba desarrollándose con retraso.
Ante el compromiso de estudiar el caso y de "hacer lo posible" para que la fecha del juicio se fije cuanto antes, Masera ha decidido abandonar la huelga de hambre: "Confío en él", ha manifestado Masera, pero advirtiendo que si el 1 de enero no tiene la fecha del juicio y el retraso continúa, retomará la protesta.
Desde la Fiscalía han indicado a Efe que el caso ya está asignado y está a la espera de la resolución sobre las pruebas y de fijar fecha al juicio.
La menor ingresó el 24 de diciembre de 2005 en el hospital aquejada de una apendicitis de la que fue operada satisfactoriamente, sin embargo, a las horas comenzó a sentir "fuertes dolores de barriga, le subió la fiebre y por la noche comenzaron los vómitos y las diarreas".
Después de 48 horas en ese estado, en las que la madre informó sin que recibiera la atención adecuada, el 27 de diciembre de madrugada los médicos decidieron "sin dar explicaciones" su traslado a la UCI comunicándole a la familia su estado de gravedad y la necesidad de una segunda intervención que no pudo producirse porque la pequeña sufrió una parada cardiorrespiratoria mortal.
Los médicos mantuvieron en todo momento que los síntomas se debían a que el postoperatorio se había complicado con una gastroenteritis, si bien, la muerte de la menor se produjo por la infección de los órganos internos.
