José Regidor: "La ULPGC necesita tener titulaciones más competitivas"
El rector de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria se jubila el 30 de septiembre tras nueve años y medio en el cargo. Dice que deja «las cosas preparadas» para facilitar el trabajo de quien le sustituya e insiste en que el «gran handicap» de la universidad es la falta de inversión en investigación.
¿Por qué ha decidido marcharse el 30 de septiembre, seis meses antes de acabar su mandato? Porque de acuerdo con el sistema administrativo de los funcionarios me tengo que ir a final de curso y entonces no me hubiera podido jubilar en marzo, sino en septiembre del próximo año. No lo tenía previsto hasta que me dijeron ‘o te jubilas este septiembre o el del próximo año’. Y decidí que fuera este. Ha vinculado la convocatoria de elecciones a que el Gobierno apruebe los nuevos estatutos de la ULPGC. ¿Es realmente necesario? No, no es necesario, pero yo creo que sería lo ideal. Si hemos hecho un esfuerzo, toda la comunidad universitaria, de aprobar unos estatutos adaptados a la normativa vigente, algo que ha costado mucho, me parecía una pena perderlos. Si se elige rector antes se pierden esos estatutos. Pero, tal y como veo yo las cosas, habrá estatutos en poco tiempo. ¿Ya ha contestado la ULPGC a las alegaciones de los servicios jurídicos del Gobierno? Sí, eso ya está. Esta semana hemos mandado nuestras alegaciones a las suyas. La ULPGC puede tener tres rectores en un mismo curso: usted, el que deje en funciones y el que salga elegido. ¿No cree que es una situación evitable? No pasaría nada. Estoy convencido de que las elecciones se convocarán antes de final de septiembre y que el periodo transitorio puede ser de un mes como mucho, no pasa nada. Las estructuras siguen funcionando, eso no me preocupa. Ese mes electoral da igual que esté yo o no esté. Usted definió como su reto de este curso cerrar el modelo de financiación con el Gobierno canario. Ya están negociando, pero ¿le dará tiempo a cerrarlo? Vamos avanzando bastante. Quedan dos meses reales, lo que queda de julio y septiembre y espero que al menos eso quede avanzado. Pero eso no depende solo de mí, también de las propuestas de las Consejería de Educación y de sus expertos y luego tendremos que responder nosotros. No pasa nada si es el próximo rector que el que tiene que tomar la decisión. Mi obligación era poner en marcha un nuevo modelo.
¿Cuándo se va a cerrar?
No lo sé, es el presidente del Gobierno canario el que tiene que tomar la decisión final, porque ese modelo llevará un cambio de estructura en la forma de partidas que van a ir a la universidad, y eso implica movimientos en la Consejería de Hacienda, en la de Economía, y ahí es el presidente del Gobierno quien tiene que decidir, y la consejera de Educación y Universidades. Lo principal es que estamos de acuerdo en que tiene que haber otro modelo de financiación y que estamos negociando. Pero no lo firmará usted. En eso no tengo ninguna pena. Lo importante es que la universidad se vea beneficiada. Ya la base la tienen cerrada. ¿Cómo va ser ese nuevo marco de financiación de las universidades públicas canarias? Buscamos un modelo que no es fácil pero que mejore la financiación de las universidades en función de una serie de parámetros que permitan su crecimiento, que se avalúe lo que tiene cada universidad en base a unos criterios objetivos (alumnos, profesores, programas...), pero, y para mí es lo más importante, que haya una parte de la financiación sea competitiva, por cumplimiento de objetivos pactados con el Gobierno. Y que sean objetivos estratégicos para Canarias, y eso es lo importante. Si yo cumplo, tengo más financiación. ¿Cree que ha defraudado a alguien en la universidad por irse antes de lo previsto, como a su equipo de gobierno? No, no. Yo me voy seis meses antes después de nueve años y medio. Creo que si he defraudado a alguien habrá sido en estos años, no porque me vaya seis meses antes. Me voy además por una cuestión personal y me voy forzado por una realidad administrativa. Me podría haber quedado hasta diciembre, pero no puedo. De hecho, he tenido que solicitar la jubilación ya, porque si no hubiera podido irme. Además, estamos ya en una etapa donde empiezan los movimientos, los bailes, los candidatos... y ya es muy difícil. Yo tengo que dejar las cosas muy preparadas para que el que me sustituya, si quiere, pueda continuar con los planes que he desarrollado hasta ahora, como la de internacionalización de la universidad, donde estamos reconocidos en el mundo. Si el próximo rector quiere seguir por ahí, tiene todo un camino hecho. ¿Que no le interesa? Lo romperá todo y ya está. Yo he hecho lo que creía que tenía que hacer. Haga autocrítica... ¿Qué reconoce que no ha logrado conseguir en estos nueve años y medio? A ver, el más crítico conmigo soy yo, y reconociendo que nunca estás del todo satisfecho con la labor que has hecho, lo cierto es que yo entré en 2007 con una visión que en 2008 se rompió, se vino abajo por completo con la crisis y los recortes. Pero no importó, lo hemos conseguido. A mí me gustaría tener una estructura de titulaciones, y creo que esa es la gran oportunidad del nuevo rector, mucho más competitivas de las que tenemos ahora. En cuanto a infraestructuras creo que es inaceptable que desde 2009 no tengamos ni un solo euro y hayamos trabajado en la circunstancias es la que lo hemos hecho. Pero creo que el gran handicap lo tenemos en investigación, si no invertimos no es posible. Aquí trabajamos en unas condiciones manifiestamente mejorables, y ahí el Gobierno tiene que hacer un esfuerzo. Con lo que tenemos y a pesar del apoyo del Gobierno canario del anterior porque este solo lleva un año, hemos captado con los institutos universitarios de investigación en los últimos años 80 millones de euros. Lo han captado los investigadores. De los 600 que tenemos en los institutos universitarios, hemos podido contratar con el dinero de estos proyectos 300 tecnólogos e investigadores de alto nivel. Me hubiera encantado hacerlo yo, eso debería ser política de la universidad, pero he estado totalmente impedido para hacerlo por las leyes me lo impiden. Se nos prohibió a las universidades contratar gente, y eso la sociedad lo tiene que saber. Nos dicen capte usted talento, pero ¿con qué? Y se ha visto limitado... Completamente, pero primero fue la ley que nos impidió contratar a profesores, ni siquiera podíamos promocionarlos ¿Es este uno de los motivos por los que la ULPGC está en la cola de la mayoría de ranking de universidades que se publican? Usted ha dicho que es un reflejo de lo que la universidad tiene y de la sociedad canaria. Sí, en los ranking internacionales de empresas, instituciones, industrias, ¿dónde está Canarias? La universidad es parte de una sociedad. ¿Qué competitividad tenemos a nivel internacional o español? Pues esa es la realidad. Que hay que cambiarlo, claro, pero todos juntos. Pero no puede ser, y eso es lo que a veces me duele, que alguien que está a un nivel determinado de competitividad a nivel internacional me venga a mí a decir lo que tengo que hacer. Aquí nadie le tiene que decir a nadie, aquí tenemos que sentarnos todos juntos y si no seguiremos siendo lo que somos, un lugar y un país que dependiendo de lo que digan unos turoperadores tendremos más o menos turistas. Hay ya tres catedráticos que han confirmado su candidatura al Rectorado. ¿Tiene alguna preferencia? Sí, pero no te las voy a decir (risas). No, no, yo siempre he dicho que soy extremadamente respetuoso con la comunidad universitaria, y para mí el rector que salga elegido será mi rector. Y además, de ninguna manera me voy a meter con la labor del que sea nuevo rector, ni voy a opinar... Si algún día quiere hablar conmigo, por supuesto que vendré.