Falciani: «Lo de Soria demuestra que el 26J debe llegar el cambio»
El informático que puso boca abajo el sistema al descubrir la información de más de 130.000 evasores fiscales tiene una mirada muy ácida sobre la actualidad española y ayer la mostró en Canarias, invitado por Podemos. Celebra la caída del exministro canario como muestra de la necesidad de un relevo en el poder político nacional
Ha vuelto a ocupar portadas por su viaje con agentes del CNI a Italia. ¿Qué puede contar sobre esto?
No me gusta comentar las noticias. Solo me gusta hablar para compartir lo que me parece útil. Lo que me importa es recordar que hay países que tienen instituciones y que estas tienen derecho a que su actividad tenga una utilidad clara. El CNI tiene su utilidad, y el ciudadano tiene que saber qué servicios le puede ofrecer. Pero no soy yo el que les tiene que educar, las instituciones tienen un rol importante que debemos proteger. Y esa es la única cosa que puedo decir. El rol del CNI es muy importante para proteger a la inteligencia económica, pero tiene que crecer y ser mucho más apoderado y apoyado por la ley de lo que lo es hoy en día.
Colabora con el CNI y con la Fiscalía Anticorrupción pero echa de menos más elementos institucionales en la lucha contra el fraude y la corrupción...
Las empresas más exitosas son las que saben manejar la información, es decir: compartir y proteger. Es algo muy difícil de conseguir, proteger y difundir información, que caiga en las manos de la gente que puede proteger en los intereses nacionales. Y eso pasa por aprovechar la tecnología para cambiar la situación.
¿Mantiene que hablar en público de sus actividades perjudica al fin que persigue?
Estoy valorando la utilidad de la información. Tengo un camino muy relacionado con la información pública de cara a la ciudadanía o a las instituciones. Y en los dos sitios no se habla de los mismos datos. Cuando tengo que ir a cazar, mejor que la gente no sepa que lo estoy haciendo. Por eso el secreto dentro de las instituciones tiene una importancia estratégica, acabar con los objetivos. Si es para explicarle a la gente los peligros a los que está expuesta es normal informarle. Pero mi papel, lo que busco, es compartir que puede ser útil para la ciudadanía. No voy a compartir información sobre mis investigaciones, porque eso solo me puede perjudicar.
Se niega a dar nombres y datos sobre la información que tiene en su poder. ¿No cree que, como ha sucedido con los papeles de Panamá, que han obligado a dimitir a un ministro como Soria, el dar a la luz a las personas implicadas, ofrece mejores resultados?
Por supuesto. No soy contrario a poner cara a un problema, es que no es mi encargo. Cada uno debe hacer lo que le corresponde. Mi modo de pensar y de actuar es del valorar cómo se puede cambiar la situación.
¿Y la salida de José Manuel Soria del Gobierno por estar relacionado con cuentas ‘offshore’ qué le parece?
Me parece muy positiva. Hemos tenido mucha suerte, porque solo se tenía una pequeña probabilidad de que esto pudiera afectar a un ministro. Es el resultado de una buena decisión, una noticia buena para España pero no hemos cambiado todo lo que teníamos que cambiar. Esa es una muestra más de que en las elecciones las cosas tienen que cambiar, no pueden seguir los mismos. Si dejamos seguir las cosas igual, en vez de acercar la ciudadanía al poder, no avanzaremos nada.
¿Por qué ha decidido incorporarse al grupo de trabajo de Podemos?
Es un caso único en Europa. La emergencia de un movimiento social, que se despliega en ciudades, y que puede llegar hasta un gobierno. Es casi como volver a la democracia de Atenas, donde la relación entre los ciudadanos y el poder era lo más cercana que puede ser. Cada vez que el poder se aleja del ciudadano nos equivocamos. Y ese paso atrás, acercarla de nuevo, es lo que representa Podemos. Ir a un modelo nuevo.
¿Cuál va a ser su vinculación al partido?
En los temas de corrupción ha sido fácil entender juntos dónde tenemos el problema. Y ahora que lo hemos entendido, tenemos que encontrar a nivel operativo y técnico los medios que tenemos para cambiar esto. Para mejor. Es donde yo encuentro capacidad de cooperación con ellos, miramos juntos cómo organizarlo del modo más sencillo aprovechando nuestra experiencia.
¿Esta colaboración con Podemos podría mostrarnos en el futuro a un Falciani político en las instituciones?
No tengo un papel político. Trabajo con Podemos o con las instituciones. Ahora mismo estoy trabajando con una persona en Valencia, al que tengo respeto y admiración; un experto económico y la gente que nos conocía me decía si me iba a trabajar con los corruptos. Pero no es así, estoy trabajando para los ciudadanos y si quiero cambiar las cosas tengo que estar ahí, desde dentro. Mi papel no será político, pero tiene efecto a nivel social si el político entiende mi papel. Pero mi trabajo se queda a nivel operativo y técnico. Que es donde tengo mi actividad potencial.
¿Ha cambiado las cosas para los evasores fiscales desde su aparición? ¿Es más difícil para ellos ocultarlo?
Mucho. Tenemos que saber, por ejemplo, que lo que pasa por un lado hoy pasa por otro. En Francia hoy en día se ha empezado a valorar una ley en el que la preocupación y el análisis está hecho por varios países, entre ellos España. Por eso no se tiene que entender como una utopía que tenemos opciones para acabar con ello. Muchas veces la gente piensa que la banca es algo divino. A lo que no se podían enfrentar y mirar a los ojos. Pero no es así. Comete fallos humanos y podemos acabar con esas cosas.
Lo dice usted, a quien se ha acusado de intentar vender esa información y ha pasado por prisión...
Pero eso no ha sido nada. Cuando miramos que 500.000 personas han muerto por culpa de la crisis, eso te demuestra que los esfuerzos conseguidos han valido la pena. Si la gente sabe cómo se maneja el dinero y quién lo maneja estaría todavía más enfadada. Es un esfuerzo a nivel de un hombre, pero no es nada en comparación con lo que pasa en esta situación.
¿Hay una voluntad real en los gobiernos de acabar con el fraude fiscal?
Ese siempre es el problema del poder, cuando se queda demasiado centralizado. Así se corrompe, como en El señor de los anillos, quien lo tiene no lo quiere compartir. Todavía no se entiende que la solución es la separación de los poderes y compartir la información con la ciudadanía; si eso no se ha entendido es que estamos todavía con el mismo problema. Poco a poco se va entendiendo un poco mejor como la comunicación no tiene el mismo papel que antes, que estaba bajo control. Y que gracias a esto la gente no se deja manipular en temas, por ejemplo, como las polémicas de Venezuela y ese tipo de cosas. Eso hace, por ejemplo, que sea mucho más difícil dominar a la ciudadanía. Es una prueba de que estamos evolucionando hacia un mundo mejor.
¿Hervé Falciani tiene aún muchos evasores fiscales que sacar a la luz?
Por supuesto, pero lo positivo es que ya sabemos que se puede hacer. Pero se podrá hacer con un gobierno de alternativa, que no sea lo de siempre. Pero también gracias a los ayuntamientos y a las comunidades que han cambiado de manos. Eso te ofrece la posibilidad de trabajar por los ciudadanos con la autonomía necesaria pasa tomar las decisiones.