Extinguir las serpientes en Gran Canaria, tarea imposible
La extinción de la culebra de California, una auténtica plaga en Gran Canaria, es tarea imposible. Desde el Cabildo, Gesplan y el proyecto Life+Lampropeltis lo que se busca es el control de esta especie introducida de forma descontrolada a finales de los 90 en la Isla y que ha convertido los barrancos de Valsequillo y Gáldar en su nuevo hábitat.
Gracias al programa europeo Life para el control y erradicación de la especie invasora, bajo la dirección del biólogo Ramón Gallo, el año pasado se capturaron, a través de diferentes sistemas, 500 ejemplares de serpientes en un radio de 60 kilómetros cuadrados, de Valsequillo a Telde, pasando por las Medianías y llegando a Gáldar.
Pero, calcula Gallo, «puede haber diez veces más». Y es que las culebras en cuestión pasan la mayor parte del año bajo tierra y se reproducen con facilidad. «La erradicación es inviable», de ahí que el gran objetivo sea su control.