El volcán se abstuvo en El Hierro
Francisco Javier Álvarez está bastante acostumbrado a madrugar. Marinero de profesión aunque ahora en el paro por culpa de los caprichos de la madre naturaleza, este vecino de La Restinga se levantaba bien temprano para enfundarse un vaquero, una camiseta sin mangas y, desafiando el frío matutino, ir caminando al colegio del pueblo para ejercer su derecho al voto. Fue el primero en la mesa electoral del municipio herreño que introdujo sus papeletas en las urnas olvidando por un día al volcán submarino que ha tenido en vilo a la isla de El Hierro en los últimos meses.
Fue una jornada electoral muy tranquila, en la que no hubo ningún suceso de importancia y en la que hasta el volcán se abstuvo de hacer acto de presencia. Fueron 24 horas en las que se mostró muy respetuoso con los comicios estatales y sin burbujeo en el Mar de Las Calmas y apenas tres terremotos sentidos de los 14 registrados por los científicos. La Restinga fue uno de los pueblos donde más abstención se registró en la isla. «Es que la gente no está para pensar en estas cosas», afirmaba Francisco Javier, aunque quiso dejar claro que «yo nunca fallo puesto que soy nacionalista afiliado desde los 18 años y quiero que las cosas cambien». Él fue el primero de un pueblo que, poco a poco, va recobrando la normalidad, pero al que aún le queda bastante para ser aquel reducto de vida costera del sur herreño. «No se si con Rajoy o con Rubalcaba, pero a nosotros sólo nos importa que el volcán nos deje volver a la prosperidad después de hacernos pasar por malos ratos», decía con la voz entrecortada Juan Abreu, el abuelo de La Restinga a sus 84 años.
Otro de los puntos de interés de estas elecciones nacionales en la isla de El Hierro estuvo en el otro municipio que ha sido castigado por la crisis sísmico/volcánica: La Frontera. En el colegio Tigaday estaban citados los votantes de este valle, pero allí tampoco estaba el día para pensar en muchas elecciones. La atención de los ciudadanos se centraba en los terremotos y la posibilidad de que se produzca una erupción en el norte, por eso los índices de abstención fueron también significativos. «Entre el volcán, los terremotos, la crisis y que hoy es día de caza, prefiero aprovechar para irme a la cumbre», decía resignado Luis Padrón en Sabinosa.
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