El pulso por la basura no acaba
El nuevo vaso de vertido del complejo medioambiental de Salto del Negro tendrá una vida útil de diez años, según los cálculos que maneja el Cabildo. El canon que el gobierno insular tendrá que pagar a la ciudad por ocupar el suelo con este vaso es otro de los detalles sin cerrar en el traspaso de la gestión del vertedero.
El nuevo vaso de vertido que dará servicio al complejo medioambiental de Salto del Negro tendrá una vida útil que los técnicos fijan entre los siete años y los diez años. La diferencia entre una cifra y otra estriba en si en ese periodo de funcionamiento entra en marcha o no la planta de clasificación todo en uno -para separar la materia orgánica de los productos reciclables que no se separan en casa y se depositan en el contenedor gris- y la planta de biometanización -donde se trata la materia orgánica y se obtiene energía eléctrica.
El Cabildo de Gran Canaria entiende que «la puesta en marcha de las instalaciones del complejo medioambiental supone una reducción global del 25-30% en la entrada de residuos al vertedero», tal y como se recoge en el estudio de capacidad de almacenamiento.
Este depósito, sin embargo, está en el ojo del huracán del traspaso de la gestión de Salto del Negro del Ayuntamiento al Cabildo porque queda por definir, en el marco del convenio que ha de regular las relaciones entre la ciudad y el gobierno insular, las compensaciones que este último debe pagar a la capital grancanaria por utilizar suelo municipal.