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El PP calla ante la crisis majorera

El PP calla ante la crisis majorera

C. G. / T. B.

Jueves, 1 de enero 1970

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En el sector crítico del PP aseguran que «nadie va a recular» frente a las «embestidas» de Domingo González. Carlos Figueroa, Marcelino Umpiérrez y Santiago Cabrera seguirán en sus cargos en los comités «porque ahí los pusieron los afiliados y sólo los afiliados pueden quitarlos», aseveran.

Silencio por las dos facciones del Partido Popular (PP) es la respuesta tras el anuncio de esta semana de que 16 cargos públicos y orgánicos solicitan el amparo del presidente regional, José Manuel Soria, y del máximo mandatario, Mariano Rajoy, ante la amenaza de disolución de tres comités locales por parte de Domingo González Arroyo, presidente insular. Mientras escasean las declaraciones, las reuniones de los comités locales están transcurriendo tal y como anunció el mandatario insular del PP: tres personas han sido elegidas para defender la trayectoria de cada presidente local de la destitución que, si nadie o nada lo remedia, se hará efectiva el viernes en el comité insular.

La Oliva es el primer comité local que comenzó su proceso de disolución, tal y como había adelantado Domingo González. El lunes pasado se reunió para nombrar a tres afiliados que defiendan la gestión del presidente local, Marcelino Umpiérrez Figueroa, y a la secretaria, Ángela Guerra. Anoche pasó otro tanto con Pájara y esta noche está previsto que se repita en el comité local de Puerto del Rosario.

Graves circunstancias.

González Arroyo había anunciado en la primera reunión del partido tras las elecciones generales que los responsables de estos tres comités locales habían hecho caso omiso de sus obligaciones y que los destituiría. Pese a todo, los cargos locales en discordia se van a mantener en sus trece por entender que han sido elegidos por los afiliados, mientras las direcciones regionales y nacionales del PP se posicionan por un sector o por otro.

Según los estatutos del PP, un comité local se puede disolver si se dan «graves circunstancias». Lo que hay que averiguar es qué se entiende por tal.

El trueque de votos, un argumento.

Si Domingo González Arroyo presenta como principal argumento la victoria en las últimas elecciones para que los órganos regionales y nacionales el PP le amparen frente a quienes, desde dentro, le cuestionan su liderazgo, también los del sector crítico tienen argumentos: no le toleran a Domingo González el afán de acaparar el éxito electoral del PP el 9-M en Fuerteventura, y también demandan amparo ante la andanada de Arroyo. Pero es ésta una cuestión que no les quita el sueño porque saben que en los órganos regionales y nacionales del PP también se preguntan por qué el PP siempre gana las elecciones generales en Fuerteventura y, sin embargo, pierde los comicios locales una y otra vez.

Por si en el entorno de Rajoy o Soria no saben a qué se debe que esas victorias se conviertan luego en derrotas, o viceversa, cuentan que algunos se han ocupado de enviar a Génova determinados documentos que pueden resultar comprometedores, o cuando menos difíciles de explicar, para alguien en el PP. Hablan esos documentos de ciertas relaciones, por no decir trueque de papeletas o apoyos, de cualificados dirigentes del PP majorero hacia el PSC-PSOE, también majorero, en las últimas elecciones locales. Con éstas y con la pelea interna, así fueron los resultados del PP.

"¿Qué es lo que pasa?"

El secretario de Organización del PP a nivel nacional, Juan Carlos Vera, admitió ayer, cuando acudió al Congreso, que todavía «desconocía totalmente» la situación de su partido en Fuerteventura y la polémica entre los seguidores de Águeda Montelongo y el presidente insular, Domingo González Arroyo. «La verdad es que tengo un absoluto desconocimiento de todo eso», declaró Vera a ACN Press, «tendré que enterarme de qué es lo que pasa».

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