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El pleito no defiende a Gran Canaria

Fernando Bañolas Bolaños

Martes, 2 de diciembre 2014, 12:52

Por más que repitas un espejismo éste no va a convertirse en una realidad, mucho más si se trata de uno partidista y partidario. El presidente del Cabildo de Gran Canaria, José Miguel Bravo de Laguna, insiste en que toda su gestión pivote en torno al pleito insular y eso solo le deja un camino, el de reconocer su estrepitoso fracaso en esta Isla. Ha decidido Bravo volver a las andadas del pleito insular a siete meses de las Elecciones Locales y Autonómicas y, como decía, con una hoja de ruta más que pobre, esquilmada por un Gobierno de España que ha tenido a esta Isla contra las cuerdas, no solo con los recortes en políticas de empleo o en materia turística sino en inversiones tan importantes como la carretera de La Aldea. A estas alturas debe seguir creyendo el presidente del Cabildo que no hay mejor defensa que un buen ataque y vuelve a recurrir a una trifulca pleitista que huele a estrategia electoral pura y dura y no a defender a Gran Canaria ni a los grancanarios, y son ya varias las veces que tira de una campaña oportunista, primero con Gran Canaria, sí podemos y ahora con Piensa en Gran Canaria. No es la primera vez que lo digo, el presidente del Cabildo no solo falta a la verdad sino que ha perdido toda la credibilidad al no abrir la boca ante los maltratos continuados del Gobierno de España y, por tanto, de sus compañeros del PP. Lejos quedan ya las cartas enviadas a algún ministro con el fin de que intercediera ante ese castigo continuado, por otro lado, reconocido por él mismo. Quedaron en un cajón, como su incapacidad para que los diputados y senadores del PP grancanarios arrancaran ni un solo compromiso vía enmienda para mejorar la financiación para Gran Canaria en los Presupuestos Generales del Estado de los tres últimos años. No tiene fuerza y lo peor, no tiene autoridad moral Bravo para reclamar al Gobierno de Canarias y no chistar al Gobierno de España, cuando ha sido precisamente su partido, el PP, el que ha engañado a los ciudadanos haciendo justo lo contrario a lo que prometieron en su programa electoral. No hay nada más contundente para desmontar el discurso de Bravo que los datos. Son los únicos que no mienten y que demuestran que el pleito es la única forma que conoce Bravo de hacer política. Desde el año 2010 a 2014 el Gobierno de Canarias ha invertido un 37,89 % de las partidas para carreteras en Gran Canaria, frente al 37,91 % en la Isla de Tenerife. El problema no está en Canarias. A estas alturas no es necesario recordarle a Bravo quienes son los responsables de que la carretera de La Aldea penda de un hilo y que no se haya terminado la IV Fase de la Circunvalación. Los responsables están en el PP, en el Ministerio de Fomento, el mismo que desde 2007 hasta hoy solo ha aportado 177 millones de euros (menos de lo correspondiente a una anualidad en la legislatura anterior) al Convenio bilateral Canarias-Estado de Carreteras. No hay excusas, solo incumplimientos. El PP no ha tenido y a día de hoy no tiene voluntad de que la carretera Agaete-La Aldea sea una realidad, no solo porque no la han contemplado en la elaboración de las cuentas estatales sino porque ni han presentado una enmienda a los Presupuestos Generales del Estado ni han apoyado las enmiendas de otras fuerzas, como Coalición Canaria, para destinar recursos a una infraestructura vital y básica para los vecinos de La Aldea. No se atreven a levantar la mano y lo peor, no se atreven a defender esta Isla, traicionando a los grancanarios. Otra de las armas utilizadas por Bravo para respaldar su cruzada pleitista está en las inversiones en materia de obras hidráulicas. En los dos convenios Canarias-Estado desde el año 1997 refleja que Gran Canaria ha recibido 277,5 millones de euros frente a los 254,37 millones de de Tenerife. Comentario aparte merece los motivos de que algunas inversiones no hayan llegado a buen término en esta materia. Quizás debería ahondar el presidente del Cabildo en las decisiones que se han adoptado en el Consejo Insular de Aguas, dependiente del Cabildo de Gran Canaria y en los criterios para apostar o rechazar determinadas obras incluidas en dichos planes. Con respecto al futuro, al programa 2014-2020 todavía no hay ningún reparto, aunque Bravo ya se adelanta, habría que decirle que el Ministerio ha decidido priorizar fundamentalmente obras de depuración y reutilización de aguas residuales en virtud de los cuestionarios enviados por los Consejos Insulares desde 2007 y que se repiten bianualmente. Revise y verá que el Consejo Insular de Gran Canaria no aportó ni en 2007 ni en 2009 los núcleos o aglomeraciones que tenían problema en este sentido y es el Ministerio el que está extrayendo los datos de esos cuestionarios. Quizás no han hecho bien su trabajo y no hay que buscar los culpables fuera de casa. No cabe duda que el problema de pedir al Gobierno de Canarias lo que perdonas al Gobierno central, pese a que éste cuenta con una capacidad de inversión infinitamente mayor, es que puedes quedar en evidencia. Ocurrió con el pabellón del Mundobasket 2014. Fue Bravo y su equipo de Gobierno el que sin hacer ruido aprobó una adenda perdonando 10 millones de euros al Gobierno de España para luego trasladar a la sociedad grancanaria que el Ejecutivo canario incumplía con la financiación al pabellón y dejar limpio de sospecha al Ejecutivo de Mariano Rajoy. Así las cosas, el Gobierno de Canarias hizo un esfuerzo y aportó al Gran Canaria Arena 10.042.500 euros, algo más, que los 10 millones de euros que aportó el Ejecutivo central. Como tantas veces durante esta legislatura Bravo puso la caja del Cabildo y, por tanto, la de todos los grancanarios al servicio del Gobierno de España, intentando ocultar los maltratos de un PP que se ha cebado con esta tierra. En algunos casos no le ha importado al presidente de la institución insular tocar la sensibilidad con temas tan delicados como los relacionados con la Sanidad. Llega a hablar de la diferencia de aceleradores oncológicos quien es compañero de filas de la ex consejera de Sanidad que compró uno de esos aceleradores y lo dejó en un sótano durante meses porque no hizo las previsiones oportunas para la construcción de un búnker. Hoy podemos decir que el Gobierno canario está cumpliendo con su compromiso, ya se ha construido ese cuarto búnker en el Hospital Universitario de Gran Canaria y en septiembre aprobó el gasto de 3,7 millones de euros para construir el quinto búnker y quinto acelerador en la Isla y lo más importante y que se le olvida decir a Bravo en esta Isla y en Canarias se atienden a todos los pacientes oncológicos, siguiendo los protocolos y pautas médicas. Al respecto, profesionales del Hospital Doctor Negrín han reconocido que es precisamente en esta legislatura cuando se ha afrontado el problema y está en vías de solución. Está claro que las cifras que maneja Bravo no se sustentan, podría seguir citando datos como los referidos al parque de viviendas públicas que en Gran Canaria asciende a 2.959 mientras que Tenerife cuenta con 2.358 viviendas. Caso similar ocurre con sus críticas a la procedencia de los funcionarios que trabajan en la Oficina de Bruselas, cuando están desempeñando su función allí por preparación y no por isla de nacimiento. Si nos ponemos a indagar en esos detalles también podría felicitar Bravo al Gobierno canario porque la Consejería de Sanidad tiene en plantilla más de 1000 profesionales más en la provincia de Las Palmas que en la de Santa Cruz, pero está claro que estos datos no interesan ni le ayuda a sacar tajada política. Asimismo, ha obviado con toda la intención el presidente del Cabildo que hace apenas unos días el Gobierno canario cedió a la institución grancanaria una oficina en Bruselas. Lo dicho, son datos que no interesan a Bravo pero que sí deben conocer los grancanarios. Si Bravo hubiera puesto el mismo énfasis en defender a Gran Canaria en Madrid como lo hace ante el Gobierno canario las cosas nos irían mucho mejor. Tengo claro que la defensa de esta Isla debe estar por encima de todo y sobre todo de intereses partidistas o de estrategias pre electorales. Y para muestra el posicionamiento y el trabajo que desarrolló Coalición Canaria de Gran Canaria tras la aprobación de la Ley de Renovación y Modernización turística, alcanzando acuerdos y consensos, mientras Bravo se encargaba de derrochar el dinero de los grancanarios en campañas y enfrentamientos que no han servido más que para ganar protagonismo y posicionarse en la carrera electoral. La deriva pleitista no es el camino porque sin duda no defiende a Gran Canaria, es una estrategia hecha a medida para defender al PP. En este sentido, no está de más recordarle al presidente del Cabildo que su propio secretario general, Asier Antona, ha dicho por activa y por pasiva que el pleito insular es un debate caduco y trasnochado. Sin duda, le da un toque de atención desde sus mismas filas. Por último, seguro que lo que esperaban los grancanarios y grancanarias, los ciudadanos de esta Isla, era oír hablar a su Presidente de los problemas de Gran Canaria y de las soluciones y no de un nuevo un intento de avivar el pleito insular que tan malo ha sido para esta tierra y para esta Isla.

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