El Gobierno canario prevé abrir Tindaya en el año 2022
La Fundación de Tindaya echa a andar con el objetivo de que la obra de Chillida se inicie antes de septiembre de 2017 -como fija el acuerdo entre el Gobierno de Canarias y la familia del escultor- y de tal forma que la apertura del monumento al público se produzca a lo largo de 2022.
La prioridad de la Fundación Canaria Monumento a la Tolerancia en la Montaña de Tindaya -que se reunirá por primera vez a principios del próximo mes- es encargar el plan de viabilidad de la obra, proceso que se prolongará, como mínimo, todo lo que resta de año. El objetivo es que la apertura del monumento se produzca en el año 2022.
En este sentido, las opciones que maneja el Gobierno es que el informe se encargue a uno de los departamentos de la Comunidad Autónoma, que se elabore mediante un acuerdo de mecenazgo o con otra fundación bancaria o cultural o, incluso, una colaboración con el Ministerio de Cultura. Para ello, es preciso contar con un plan de uso y operativo previo que debe elaborar la familia del escultor y que, según las previsiones de las autoridades regionales, se presentará en la primera reunión del patronato.
El Ejecutivo confía en que se puedan cumplir los plazos y sobre todo, en que «una vez convocado el concurso haya entidades dispuestas a prefinanciar la obra y empresas dispuestas a pujar por los trabajos».
Con este propósito, durante la anterior legislatura ya se celebraron reuniones entre el Gobierno de Paulino Rivero, la banca y algunas de las principales empresas del país, para conocer las posibilidades de que la obra se lleve a cabo.
El compromiso del Gabinete canario es que no se invertirá dinero público en este proyecto. La intención es dar una concesión administrativa a la empresa adjudicataria del concurso. Según un informe económico previo elaborado desde el Cabildo de Fuerteventura, en el peor de los casos, la inversión se recuperaría en catorce años. Este mismo estudio ha tasado en 80 millones la inversión que requieren los trabajos para ejecutar la obra de Eduardo Chillida en Fuerteventura. El plazo «razonable» de ejecución estimado es de cuatro años, y el Gobierno de Canarias maneja como fecha previsible de apertura del monumento al público el año 2022.
Una vez finalizado el tiempo de la concesión, la empresa devolvería el monumento a la Fundación, que lo volvería a sacar a concurso para su explotación.
Aunque los derechos están cedidos por la familia Chillida a las instituciones canarias, ésta seguirá teniendo influencia en el desarrollo de toda la obra. Lo hará mediante la comisión artística de supervisión que tendrá, entre otros cometidos, la elaboración de un informe vinculante sobre el pliego de condiciones de la licitación que regulen el respeto al proyecto, dirección técnica, la explotación comercial, así como todo lo relativo a la propiedad intelectual o industrial. También tendrán capacidad de decisión sobre la aprobación del presupuesto de la obra y la conformidad antes de la apertura.
Desde la comunidad Autónoma considera «lógica» esta circunstancia porque es una obra artística, no de una carretera».
