"Él está en la calle feliz y contento y yo sin mi madre"
Marta Ramos
Lunes, 17 de octubre 2016, 12:30
La familia de Juani Ramos, la vecina de La Paterna desaparecida el 20 de agosto, vive estancada en la angustia. Después de que la Policía detuviera a su expareja y principal sospechoso de su desaparición, Miguel R.Q. y de que este fuera puesto en libertad provisional al no existir riesgo de fuga temen por el esclarecimiento del caso. Él está en la calle feliz y contento y yo no tengo a mi madre», manifiesta la hija de la víctima diez días después de que el sospechoso de su desaparición fuese puesto en libertad provisional. En unos días especialmente duros, la joven manifiesta que lo único que quiere saber es saber dónde esta su madre. «No busco culpable, quiero encontrarla esté viva o muerta porque ella no se merece estar tirada en un barranco o en el mar, se merece un entierro como cualquier persona», manifiesta. Para ella es «una vergüenza» que, aunque «mil indicios dejen claro su implicación», haya salido de prisión. «Hay presos por droga, otros que roban para comer y una persona mata a otra y está libre», dice la joven. Así, la familia mantiene la convicción de la culpabilidad de Miguel R.Q. «Tarde o temprano volverá a la cárcel. Y pedimos a la gente que está de su lado que se pregunte porqué mintió al decir que fueron a Las Torres cuando fueron a Bañaderos, o porqué dejó el trabajo al día siguiente si no tenía nada que esconder», manifiesta el sobrino de la víctima, Samuel Falcón que hace hincapié en el dato de la geolocalización del móvil de su tía, que se sitúa por última vez en casa del imputado, en Bañaderos, información que contrasta con la declaración de Miguel R., que aseguró que la dejó en su casa de La Paterna. La defensa del presunto autor, que fue puesto en libertad provisional al no existir riesgo de fuga, sostiene que las antenas de la zona pueden no funcionar correctamente. No obstante, la familia de Juani rebate su versión. «Las antenas funcionaron bien cuando la fue a recoger a La Paterna y también cuando él fue a comprar los periódicos a la mañana siguiente. Falla solo en el momento en que el móvil de mi tía se localiza por última vez en su casa», argumenta Falcón.