El Cuyás cierra temporada este fin de semana con «una guinda»
El teatro Cuyás de la capital grancanaria cierra este fin de semana la temporada 2011-2012 con Maribel Verdú y Antonio Molero, la extraña pareja que propicia El tipo de la tumba de al lado. «Una guinda», según el consejero de Cultura Larry Álvarez, que viene avalada con la presencia de «dos astros».
Viernes, 29 de junio 2012, 21:17
La novela de la sueca Katarina Mazetti El tipo de la tumba de al lado fue hace unos años todo un éxito editorial en el Norte de Europa. La adaptación teatral del francés Alain Ganas siguió la estela del original y convirtió esta comedia en todo un fenómeno en París. El español Josep Maria Pou se fijó en ella y decidió llevarla a los escenarios. Para ello buscó la pareja de actores ideal: Maribel Verdú y Antonio Molero. Sólo ellos dos, sin variación en la escenografía, mantienen hora y cuarto de función; todo «un reto escenográfico», en palabras de Maribel Verdú, pues se desarrollan más de 20 escenas en lugares supuestamente diferentes aunque sólo con la imaginación, de tal manera que «el público trabaja», lo cual «es algo maravilloso».
Según explicó ayer en rueda de prensa en la capital grancanaria la actriz, Pou quiso hacer «algo pequeñito», donde «no haya que pensar y el público no tenga que intentar quedar bien» haciendo ver que ha entendido lo ininteligible. Y así, buscando hacer algo «sin peso», relajado, salió la versión española de El tipo de la tumba de al lado. Donde el público «se mea de la risa sin dejar de escuchar», apuntó el actor Antonio Molero.
Y es que en realidad lo único que une a Laura, una intelectual que ha perdido a su esposo, y a Pablo, un agricultor al que se le ha muerto su madre, es la soledad. A lo largo de la función, los protagonistas hablan con sus difuntos, entre ellos y con el público. El espectador es vital y los actores lo saben, haciéndolo partícipe de la relación que nace desde mundos opuestos. Aunque, según Molero, las diferencias se salvan cuando «se cruzan una mirada, surge la chispita, y acaba en una llamarada». Una «estupenda metáfora», en opinión de Verdú. Sin embargo, el final, adelantaron los actores, es agridulce.
Desde un planteamiento que «puede parecer sencillo y pueril», la fórmula de El tipo de la tumba de al lado funciona, sobre todo porque, entiende Molero, quien más y quien, todo el mundo se ha visto atrapado en una relación parecida. Tanto que «todas mis amigas quieren un granjero como Molero», dijo Verdú.
