El contrato inacabado de Tavares
Walter Tavares tiene contrato hasta 2016 con el Gran Canaria, pero casi es un imposible que complete su relación con la entidad en los términos firmados. Su explosión en la Copa hace que en el propio club asuman que el futuro del de Cabo Verde está lejos de la Isla, con coordenadas NBA.
Tavares acaba de mejorar su estatus dentro del club. Le correspondía. Compite con ficha del filial de Liga EBA y como tal estaba cobrando hasta hace nada. Cuando Edy firmó su vínculo con el club pactó esas condiciones, como el resto de los jugadores de la cantera en una situación similar a él. Sin embargo había un apartado en su contrato que no se estaba respetando; había que doblar su salario, todavía bajo para lo que se estila en el baloncesto profesional, además de varias condiciones añadidas, por ejemplo, en materia inmobiliaria.
Tras su actuación en la Copa del Rey su prestigio no para de crecer. Es un hecho que se inscribirá en el draft de la NBA, y las previsiones que manejan incluso dentro del propio club es que será elegido en primera ronda. Se espera en el Gran Canaria que tras la elección su incorporación a la Liga estadounidense no sea inmediata y que puede dar un paso más en su irrupción en el baloncesto profesional en la propia Isla.
Sin embargo ya han preguntado por él desde los dos grandes de la ACB, Madrid y Barcelona. Y algunos conjuntos poderosos dentro del baloncesto continental como el Fenerbahçe turco, que acaba de reclutar al jugador del Iberostar Tenerife Blagota Sekulic, ha sondeado cuáles son sus condiciones.
Además es conocido el interés de franquicias como Cleveland Cavaliers con un seguimiento exhaustivo realizado por Juanma Rodríguez, consultor europeo de la franquicia, Atlanta Hawks o Memphis Grizzlies.
En caso de una salida inminente este verano, en el Gran Canaria aseguran que habrá contraprestaciones en virtud de sus derechos formativos sobre el jugador y su contrato en vigor. Sin embargo, las negociaciones para ampliar su contrato y aplicar una cláusula de rescisión elevada están en punto muerto, después de que la entidad lo tratara con la empresa que le representa en fechas recientes. Precisamente porque las condiciones económicas de dicha cláusula serían desproporcionadas en relación al salario que pretendía abonarle el club a cambio.