El alcalde que salió a tiempo de Santander
Canarias7
Miércoles, 28 de diciembre 2016, 00:00
Como presidente que fue de la Red Española de Ciudades Inteligentes, consiguió poner a Santander en cabeza, sembrando hasta 12.000 sensores que reciben e intercambian la suficiente información como para hacer más habitable la ciudad. Sin embargo, cuando el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, le llamó para que se ocupara del Ministerio de Fomento, le salvó de dos grandes tropiezos en los últimos años de su Alcaldía. El primero, la pérdida de la mayoría absoluta en las últimas elecciones, que le llevó a sostenerse con los concejales de Ciudadanos. El segundo le colocó ante el peor escenario, según reconoció él mismo, cuando se enteró de que el Plan General de Ordenación Urbana de Santander acababa bajo el escrutinio de los Tribunales, concretamente del Tribunal Supremo. Ya en Madrid, Íñigo de la Serna es una de las caras nuevas en el nuevo Gobierno de Mariano Rajoy. Se ha ganado el sobrenombre de George Cloney por el éxito que cosecha entre las mujeres. En Santander se ganó el apodo de El pelazo: sus sienes plateadas hacen furor entre algunas. A este ingeniero de Caminos por la Universidad de Cantabria con la especialidad de Hidráulica, Oceanografía y Medio Ambiente, que trabajó en la consultora de construcción civil Apia XXI de 1995 hasta 1999, antes de dar el salto a la política. Fue jefe del gabinete del consejero de Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria de 1999 a 2003, se le acabó la buena prensa pronto, desde que anunció que el Estado se hacía cargo de las autopistas de peaje que han terminado en quiebra. Nada más llegar al cargo, se puso a negociar con los bancos en busca de un acuerdo pero, tras intentarlo, reconoció que es «muy difícil, porque muchas entidades han vendido su deuda». A falta todavía de cifras oficiales, la operación puede rondar los 5.500 millones de euros. En cualquier caso rompe la imagen estereotipada de un dirigente del Partido Popular. Es aficionado a cazar pokemon, tal y como publicó en su cuenta de Twitter poco antes de convertirse en ministro y mantiene una vida sentimental mucho más pública de lo que es común. La de hoy es su primera visita oficial a Canarias, apenas una escapada que dura menos de veinticuatro horas.