De Afganistán a Teror, una promesa cumplida

Lunes, 20 de julio 2020, 11:24

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

En estos primeros días de diciembre son ya tradicionales los actos y celebraciones en honor de las patronas de Artillería, Infantería y Aviación, Santa Bárbara, la Inmaculada Concepción y la Virgen de Loreto respectivamente, unos eventos que en Gran Canaria tienen un enorme arraigo y a los que se vinculan no sólo autoridades civiles y representaciones institucionales, sino muchísimas familias isleñas a las que pertenecen cientos de miembros de las Fuerzas Armadas en las islas. Este año estas celebraciones han tenido la tarde del martes 3 de diciembre un punto señero y enormemente emotivo en Teror, cuando muchos de los miembros del Regimiento de Infantería Ligera Canarias nº 50, con base en el acuartelamiento de La Isleta, caminaron hasta Teror en una tarde isleña espléndida por los caminos de El Palmar, Osorio, El Rincón, El Secuestro y entrada a la Villa Mariana, para realizar una ofrenda a la Patrona de Gran Canaria y cumplir así con la promesa que hicieron de visitarla al regreso de su campaña en Afganistán, donde han permanecido durante seis meses, en los que han desarrollado una labor en durísimas condiciones, pero con la satisfacción de haber alcanzado plenamente todos los objetivos y sin contratiempo alguno; seguro que, como en Teror se resaltaba esa tarde, «mucho tendrá ello que ver con esa Madre grancanaria que está en aquella Basílica». Una jornada memorable en la que tras su llegada y recibimiento por el Sr. alcalde, autoridades locales y el general jefe de la Brilcan XVI, se rompió la impresionante formación que realizaron en la Plaza de Nuestra Señora del Pino para entrar en el templo, donde las palabras del párroco, Manuel Reyes, resaltaron con enorme sensibilidad la alegría de quienes regresaban con aquellas semillas que portaban en su misión de paz convertidas en hermosos frutos que tanto bien han prodigado, a las que respondió con una emotiva salutación, de una especial referencia a Ntra. Sra. del Pino, el coronel jefe del Regimiento José Luis Murga Martínez. Tras la ofrenda en el camarín de la Virgen tuvo lugar, en la plaza del Auditorio de Teror un brillante acto castrense de homenaje a los caídos, acompañados por fuerzas de artillería que, con cañones de época, dispararon las salvas de honor correspondientes, mientras el numeroso público allí congregado les prodigaba aplausos, gritos de felicitación y palabras de enorme afecto. Culminó el acto con el descubrimiento por el Alcalde Juan de Dios Ramos Quintana y el general Alfonso García Vaquero Pradal de una placa conmemorativa de este evento. Me trae a la memoria este acto la promesa que también le hicieran a la Virgen del Pino los integrantes de La Granadera Canaria durante su participación en la Guerra de Independencia, entre 1809 y 1812 en posiciones avanzadas de la defensa de Cádiz, en San Fernando, o en acciones como la Batalla de Chiclana, donde obtuvieron de forma colectiva la Cruz establecida para premiar a los que intervinieron en ella de forma destacada. En el fragor de aquella batalla, conteniendo el fuego enemigo en primerísima línea de combate, donde montaron una batería avanzada, prometieron solemnemente entregar un manto a la Patrona de Gran Canaria, una promesa que cumplieron años después, a su regreso, pues aunque en la actualidad no se conoce este manto si existen algunos testimonios fehacientes de la presencia de los granaderos canarios en Teror y de la entrega del manto. La tarde del 3 de diciembre pasado, sus herederos más directos, los infantes del Regimiento Canarias Nº 50, cumplieron con una nueva promesa ante la Patrona tras su regreso de las lejanas y duras tierras de Afganistán. Sin duda alguna esa tarde en Teror la tradicional celebración de las patronas militares que cada comienzo de diciembre atrae la atención generalizada de todos en Gran Canaria tuvo un magnífico punto de inflexión y uno de sus momentos más señeros y brillantes con la presencia del Regimiento Canarias Nº 50, El del Batán, para ofrecer una ofrenda a Nuestra Señora del Pino que con actos como este ya se prepara para su solemne bajada del próximo mes de mayo.

Top 50

Reporta un error en esta noticia