Dario Fo. El teatro pierde a su último gran bufón
Viernes, 14 de octubre 2016, 01:00
El escritor, dramaturgo, actor, intelectual poliédrico, maestro de la sátira, Dario Fo, ha dejado una profunda huella en la dramaturgia contemporánea. El Nobel de Literatura de 1997 falleció ayer a los 90 años en Milán, donde hace unos días ingresó por problemas pulmonares. El sábado, la capilla ardiente, instalada hoy en el Piccolo teatro Strehler de Milán, volverá a abrir sus puertas para permitir a intelectuales, políticos, amantes de la literatura y del teatro darle su despedida, hasta el momento en el que su cuerpo sea trasladado a la plaza milanesa del Duomo, donde se celebrará una ceremonia laica. Fo, el juglar de la literatura italiana y azote satírico de la política y de la religión, deja en herencia un centenar de libros y obras teatrales, como la inolvidable Mistero Buffo (1969), uno de sus tesoros más aplaudidos mundialmente. Entre el centenar de obras que deja también hay que añadir, por ejemplo, las obras de teatro Muerte accidental de un anarquista o Aquí no paga nadie, o el volumen Hay un rey loco en Dinamarca. Los citados títulos son solo algunos de sus trabajos que sobrevivirán al paso del tiempo, pero tras su muerte Fo deja muchos más y es que, a pesar de su avanzada edad, no dejó nunca de escribir. Precisamente, en septiembre publicó un volumen sobre el científico Charles Robert Darwin, Darwin ma siamo scimmie da parte di padre o di madre? (Darwin, ¿somos monos por parte de padre o de madre?), que contenía preguntas sobre el origen de la vida y estaba ilustrado con sus dibujos. Y meses antes, en marzo, publicó Dario e Dio (Dario y Dios, Ed. Guanda), en el que dialogaba con la periodista Giuseppina Manin y se interrogaba sobre la religión y la espiritualidad desde un punto de vista irónico y satírico. Además de sus obras disponibles en librerías en todo el mundo, Fo regalará a los apasionados de la literatura un libro póstumo que será publicado a finales de año y que está dedicado a la que ha definido como la «reina imposible», Cristina de Suecia, según anunció la editorial Guanda. Reconocido dramaturgo y extraordinario actor, fue también un apasionado de la pintura y de la arquitectura. Fue pura dinamita: inconformista, polémico, crítico, bromista, activista, algo impertinente en ocasiones, con profundas convicciones políticas y un referente de la política italiana de izquierdas. Fue un maestro del sarcasmo, un excelente mimo y un actor polifacético, capaz de interpretar él solo multitud de personajes. Nació el 24 de marzo de 1926 en el pequeño municipio de Sangiano, provincia de Varese (norte de Italia), y estudió pintura y arquitectura, aunque pronto decidió dar sus primeros pasos en el mundo del teatro, un ámbito en el que desarrolló su faceta más admirada y que le valió el premio Nobel de Literatura en 1997. Como dramaturgo, sacudió sin compasión la política italiana y la religión a base de ironía y socarronería, lo que en ocasiones le supuso sufrir la censura y protagonizar grandes polémicas con el Vaticano. Durante su carrera como dramaturgo estuvo acompañado por su socia inseparable, su esposa la actriz Franca Rame, quien murió en 2013. Con ella, conformó un binomio intelectual consagrado esencialmente a un teatro político y satírico con el que narraron sin tapujos los problemas de la sociedad de su tiempo. Desencantado de la política, en los últimos años había mostrado su apoyo y simpatía al Movimiento 5 Estrellas de Beppe Grillo que consideraba adalid de la esperanza, tras el Gobierno de Silvio Berlusconi, con quien fue especialmente duro y a quien no dudó en ridiculizar en diversos espectáculos y monólogos. Tras conocer la noticia de su fallecimiento, Grillo despidió a Fo en su blog en Internet con la frase «Estarás siempre con nosotros, Dario». El primer ministro italiano, Matteo Renzi, afirmó que con la muerte de Dario Fo «Italia pierde a uno de sus grandes protagonistas del teatro, de la cultura y de la vida civil», mientras que en el Senado se interrumpió la sesión y se guardó un minuto de silencio en su memoria.