Canarias exige que la rebaja fiscal no recorte los recursos
El Gobierno canario exigió este jueves al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que la reforma fiscal aprobada por el Estado no se traduzca en una merma de los recursos destinados a los servicios públicos esenciales. Canarias votó en contra del objetivo de déficit para 2015-17 en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPPF).
El Consejero de Obras Públicas, Domingo Berriel, expresó este jueves la preocupación del Gobierno canario por el posible efecto negativo de la rebaja fiscal anunciada por Montoro sobre los ingresos públicos, y su repercusión sobre los recursos autonómicos para la prestación de la sanidad, la educación y los servicios sociales.
Canarias entiende que la reforma tributaria aprobada por el Estado dificulta seriamente el cumplimiento del objetivo de déficit y puede derivar en una merma de la recaudación de las autonomías, por lo que plantea la necesidad de que se articule una compensación en caso de que se pierdan ingresos.
Ante la demanda generalizada de garantías para la suficiencia de recursos, Hacienda ha ofrecido a las comunidades adelantar 3.900 millones de euros más en 2015 en concepto de entregas a cuenta de la liquidación del sistema de financiación autonómica, una medida que no contenta a Canarias. «El Gobierno estatal ofrece ese incremento encomendándose a una mejora de la economía que todavía está por ver», asegura Berriel, «es una propuesta improvisada basada en algo que no sabemos si ocurrirá, sin definición alguna. Para elaborar los Presupuestos autonómicos necesitamos cifras concretas», añadió.
Malestar. En el transcurso del Consejo de Política Fiscal y Financiera el consejero expresó el malestar de Canarias por que el Gobierno central no haya consultado a las autonomías antes de aprobar el anteproyecto de ley pese a que la rebaja fiscal afecta a sus recursos -las comunidades gestionan en 50% del IRPF-, y demandó que la reforma impositiva se aborde en paralelo a la reforma del sistema de financiación, que sigue pendiente.
«En realidad lo que se ha aprobado no es una reforma fiscal sino una rebaja impositiva marcada por el calendario electoral», señaló Berriel, «que en ningún caso debe repercutir en los recursos para sufragar los servicios públicos esenciales». En la misma línea, el consejero rechazó que la rebaja estatal de impuestos se haga a costa de nuevos ajustes para cumplir con el déficit o a través del incremento de los impuestos autonómicos. «Traspasar la presión fiscal a las autonomías es hacer trampas a los ciudadanos», aseguró.
Por otro lado, Canarias votó en contra del objetivo de déficit autonómico fijado para los próximos tres años -un límite del 0,7% en 2015, 0,3% en 2016, y del 0% en 2017-, por entender que el Estado «se sigue quedando con la parte del león», mientras que las comunidades soportan la mayor parte del ajuste.
