Bodega a la sombra del Gayría
Bajo la influencia de la lava negra del volcán de Gayría, en Tiscamanita, las aún jóvenes parras de Pepe Santana dan ya para 2.000 litros de vino al año. Como la producción es limitada, se destina principalmente a los clientes del establecimiento rural que regente en la misma localidad. También produce licores con fruta del país.
Las parras de Pepe Santana solo tienen cinco años, pero en su finca ya se producen tres variedades de vinos jóvenes y afrutados que hacen las delicias de los turistas que pasan por las casas rurales de Agroturismo La Gayría, en Tiscamanita. Como es tradición en Canarias, la bodega abrió la temporada el día de San Andrés. «Llevamos cuatro años produciendo vino y cada año se incrementa la producción», explicaba Santana.
En la finca anexa al establecimiento rural cuenta con 600 parras de malvasía, 600 de listal negra y 300 de moscatel de Alejandría. De estas tres variedades se extraen los caldos a partir de los cuales se generan tres tipos de vino: blanco, tinto y dulce.
«Previendo que las parras tienen ya más de cinco años esperamos superar los 2.500 litros de vino la próxima temporada. Al ser una producción limitada, lo vendemos a los clientes y también los recibimos con una cesta de bienvenida que incluye nuestro vino, aceite de oliva producido en la finca y también fruta de temporada», añade el propietario de la explotación turística Agroturismo La Gayría.
La producción de este año ha sido de unos 900 litros de vino blanco de malvasía y otros 900 de listal negro, así como de 300 de moscatel. Las uvas se recolectan aproximadamente entre el 10 y el 20 de agosto y, tres meses después, coincidiendo con San Andrés, el vino está listo para salir de las barricas, si bien «cuanto más tiempo pase, mejor será», dice Santana.
En la casa rural de Pepe Santana el objetivo es que los clientes sean protagonistas de una experiencia diferente en la que los sentidos y el contacto con la naturaliza tengan prioridad. De ahí que los turistas puedan realizar actividades tradicionales de las granjas majoreras, como ordeñar una cabra o ir a recoger los huevos frescos directamente del nido, entre otras muchas actividades. Por supuesto, siempre se plantea la opción de pasear a pie por los senderos de los alrededores de Tiscamanita. Una de las mejores excursiones es darse un salto por las cercanías hasta la caldera de Gayría.
Licores de mora o granada. Como el objetivo es trasmitir al turista una experiencia única, además de vinos en la bodega de Gayría se fabrican licores con sabores de la tierra tan llamativos como el cactus, la mora o la granada.
Con pata y papas de la tierra. Con pata de cerdo y unas papas arrugadas con mojo picón se puede acompañar el vino que se toman los visitantes en la casa rural Gayría de Tiscamanita. Las rutas de los cruceristas han comenzado a incluir entre sus excursiones paradas en este establecimiento rural, fundamentalmente los fines de semana. Pero a lo largo de la semana, normalmente por las mañanas, hay excursiones de otro tipo de turistas, en este caso de los que llegan en avión a la Isla, con ganas de conocer la finca. Pasan por la misma, visitan las parras, la bodega y se toman unos vinos. Muchos se animan y se dan un paseo andando por las veredas cruzando la lava hasta la cercana caldera de Gayría.