Borrar
Besos, abrazos y globos de bienvenida tras cuatro meses en Afganistán

Besos, abrazos y globos de bienvenida tras cuatro meses en Afganistán

Con globos, muchos globos, pancartas, aplausos y hasta algo de percusión, las familias y los amigos recibieron a los 99 militares del Contingente Español ASPFOR XXVII que ayer por la tarde regresaron de Herat (Afganistán). El aeropuerto se convirtió en una entrañable fiesta de bienvenida donde no faltó el recibimiento militar por parte del coronel jefe del Regimiento de Infantería Ligera Soria número 9, Juan Carlos Royo Martínez, entre otros mandos.

Jueves, 1 de enero 1970

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Con un globo rojo en forma de corazón donde se podía leer bienvenido papá, la pequeña Alexia Castro Sánchez fue de las primeras en llegar con su madre Melody al aeropuerto de Fuerteventura para recibir a su progenitor Yeray Castro, del que ha estado separado por primera vez. El padre es uno de los 99 militares del Contingente Español ASPFOR XXVII que ayer regresaron de Herat (Afganistán) tras cuatro meses en misión de paz. Alexia echó de menos a su padre «a ratitos, sobre todo por la noche porque siempre él la bañaba», relata Melody. Es la segunda vez que a Yeray lo destinan a Afganistán, pero la primera no había nacido la niña. Tras abrazar a la pequeña de casi tres años, describe la vida en la base militar de Herat como algo monótona que solo rompía los contactos con la familia a través del ordenador y el móvil. De los 99 militares de la Brigada de Infantería Ligera Canarias XVI del Mando de Canarias, 89 pertenecen al Regimiento de Infantería Ligera Soria 9, con sede en Fuerteventura; y diez al Batallón de Zapadores XV, de Santa Cruz de Tenerife. En total, 195 efectivos del Soria 9 han participado en esta última misión de paz en Afganistán del Mando de Canarias. El próximo miércoles, 22 de julio, vuelve el resto de soldados del Soria 9 que ahora mismo sigue en Afganistán. La semana próxima entonces se volverán a repetir las mismas escenas de emoción, como la que sentía ayer Maribel Buitrago, cuyo marido Juan Pablo Arango, natural de Colombia, marchó por primera vez a Afganistán. «La espera es abrumadora, un permanente sin saber porque sabemos que van en son de paz pero nunca se sabe qué puede pasar allí». Al recibimiento que le tributan amigos y familiares a Juan Pablo no le falta de nada: globos, pancarta y hasta percusión, aunque él no deja de abrazar a sus dos hijos de tres y once años.

La pancarta más currada, por los globos y por la selección de fotos, fue la que le tenía preparada Marlene Ramos a su novio Jonay Quintana, vecino de Gran Canaria, siete años en el Soria 9 y dos veces en misión de paz en Afganistán. «La espera se hace eterna, aunque sean cuatro meses y unos días más». Cuando sale Yeray, describe la vida en Herat como casi todos sus compañeros: nostalgia por la novia, la familia y los amigos; trabajo duro donde se descansa poco aunque misión gratificante.

«Papá llegó» confirmaba antes las cámaras de televisión uno de los dos hijos del cabo Bosio, uno de los veteranos en misiones de paz: tres veces se ha desplazado a Afganistán. En esta ocasión, «parece que hemos llevado mejor la espera, ya casi por costumbre», decía su mujer Sandra que lo recibió con un ramo de flores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios