Albergues que acepten mascotas, una salida para personas sin hogar de Madrid
EFE
Sábado, 4 de marzo 2017, 12:21
A pesar de lo duro que es vivir en la calle, son muchas las personas sin hogar que renuncian a dormir en un albergue público ante la imposibilidad de hacerlo acompañadas por sus mascotas, una barrera que el Ayuntamiento de Madrid busca cómo solucionar. El pleno del distrito Centro de Madrid aprobó el pasado 16 de febrero una propuesta del PSOE-M para que las personas sin hogar puedan acudir con sus mascotas a los albergues y dejen así de pernoctar en las calles. La propuesta, aprobada por unanimidad, insta a Madrid Salud a tomar esta medida que ya funciona, aunque de manera parcial, en uno de estos centros municipales, el Puerta Abierta, en el distrito de Latina, donde las mascotas pasan las noches en un centro de protección animal y son recogidas por la mañana. Un oferta insuficiente por la limitación de los horarios y por la alta demanda, explica a Efe Elizabeth García Busnadiego, vocal vecina del PSOE en distrito de Centro y autora de la propuesta. Para García Busnadiego, habilitar salas específicas para que personas sin hogar accedan con su mascota es una forma de que no se rechacen los albergues, porque para no "romper ese vínculo y proteger a su animal", algunos "prefieren pasar la noche a la intemperie". "Obligarlas a desprenderse de los animales es empeorar su vida", añade la vocal, que propone también valerse de las mascotas para la rehabilitación de estas personas. Los perros o gatos que acompañan a las personas sin hogar hacen que éstas mantengan "el enlace con la realidad", explica antes de citar el trabajo de la organización americana "Pets of the Homeless", que en Estados Unidos y Canadá da cuidados a los animales. "A día de hoy seguimos sin entender la realidad", zanja García Busnadiego. También Noemí García, gerente de Proyectos de Personas Sin Hogar de Fundación Rais en Madrid, señala que las mascotas son muy importantes para las personas que viven en la calle, debido a que tienen sentimientos de soledad y la compañía que pueden dar gatos o perros "es muy importante". "Son parte de su familia, con su familia han perdido todo vínculo, pero su animal se ha mantenido fiel a él y él a su animal (...) y además la sensación de que ellos no fallan. Falla la familia, la sociedad o los recursos, pero mi compañero no me ha fallado", relata García a Efe. Si a la mascota no se le da la misma atención una persona sin hogar puede decir que no a un recurso, añade y explica que en las viviendas del programa "Housing first" de Fundación Rais están permitidas las mascotas. Algunos usuarios acuden con un animal y otros lo adquieren cuando ya viven en los pisos. La iniciativa "trata de empoderar a la ciudadanía" por lo que estos espacios reproducen las condiciones de cualquier otro hogar, donde pueden existir mascotas, explica la portavoz de Rais. "Comparten su vida, que son los afectos y la vida económica" explica Noemí García, que además de esta toma de conciencia señala los beneficios de las terapias con animales. Sin embargo, Housing First no llega a todo tipo de usuarios sino que se orienta a personas con una larga trayectoria de calle, con problemas de adicción, discapacidad o dependencia. Por eso, García ve positivo que se incrementen los recursos para personas sin hogar que tengan mascota. A su juicio, que puedan convivir con su pareja y con sus animales "humaniza mucho más la atención". Fuentes municipales indican a Efe que Madrid Salud aún no ha recibido la propuesta cuya aplicación es "compleja" porque para respetar la normativa de protección animal, las mascotas deberían tener un lugar para pernoctar y otro diferente para los excrementos, por lo que sería necesario adaptar los albergues municipales. Una complejidad que obedece a cuestiones logísticas, pues los espacios deberían cumplir tanto la normativa de lugares de pernocta como la regulación en materia de protección animal, añaden desde el Ayuntamiento de Madrid.