Alarma con Bigas: se lastimó la rodilla izquierda y es duda
Pedro Bigas podría perderse el partido ante el Barcelona si se confirman los malos indicios que dejó el entrenamiento de ayer. El defensa sufrió un giro brusco en su rodilla izquierda y se tuvo que retirar del campo sin poder apoyar la pierna. No pinta nada bien.
La cara de Bigas era bien elocuente. Gesto serio y dolorido después de que en un ejercicio rutinario, cuando la sesión de trabajo estaba a punto de finalizar (el grueso de la plantilla se había retirado ya del césped y se ejercitaba en el gimnasio), un giro instintivo le lastimara la articulación. Inmediatamente, el futbolista se dio cuenta de que tendría consecuencias porque reclamó la presencia de los cuidadores del equipo. No podía ni andar después de recibir las primeras atenciones y su salida del campo resultó tan llamativa como preocupante, enganchado a sus acompañantes para no pisar con la zona afectada. En la caseta se le aplicó hielo y todo queda pendiente de las pruebas que hoy se realizará en las instalaciones de FREMAP en Madrid. Con el Nou Camp a la vuelta de la esquina, su presencia frente al Barcelona es «más que dudosa», según los servicios médicos del club, que, no obstante, aguardan a los resultados de la exploración de la rodilla. «Hay que esperar a su evolución y a las sensaciones que tenga cuando pasen unas horas. Desde luego que lo que hemos visto no invita al optimismo, pero no vamos a precipitarnos», insistieron los galenos de la UD al respecto. El diagnóstico queda a expensas de lo que arrojen las analíticas que se desean con tanta expectación dada la importancia del central balear en el equipo. Bigas fue reservado el pasado martes ante el Atlético con el fin de que pudiera estar fresco y sin desgaste este sábado en el choque ante el Barça. Intocable para Setién en el centro de la zaga, el cuerpo técnico no dudó en darle descanso para evitar riesgos físicos. La paradoja es que las complicaciones que se querían atajar llegaron de la manera más inesperada. El protagonista involuntario del día después de la victoria copera en el Calderón no paró de recibir mensajes de ánimo y carantoñas de sus compañeros. Difícil el consuelo salvo que hoy haya sorpresa positiva.