Aíto: «Hay una posibilidad entre mil, pero iremos a tope»
A Aíto García Reneses nada le pilla de vuelta en el oficio. Ha ganado muchas finales. También alguna se quedó por el camino. Se ha visto en situaciones de esta relevancia casi por hábito. Y ayer, cuando le tocó pronunciarse acerca de lo que espera hoy ante el Khimki, milagro para hemeroteca o subcampeonato, resguardó, por encima de todo, la estima de sus jugadores. Su guiño al considerar que «no hay que descartar nada» vino rápidamente acompañado del porcentaje lapidario que da al posible éxito de los suyos: «Hay una posibilidad entre mil, pero iremos a tope a tratar de ganar el partido».
«No tenemos nivel para pensar en que podemos vencer al Kkimki de 28 puntos, por poner un ejemplo. Tenemos que pensar en hacer un partido digno pero sin marcarnos objetivos altos, pues eso nos llevaría a vivir lo que ya nos ocurrió en la ida, cuando pagamos nuestra precipitación o exceso de ambición», argumentó el entrenador madrileño.
Aíto dice que el equipo «ya ha asimilado como debe la derrota del pasado viernes» y advierte de que sus jugadores «llegan bastante bien» a esta confrontación. Lo que descarta de plano es que el anfitrión, confiado en su ventaja, dé facilidades: «Ellos son expertos, este es un partido de gran repercusión y eso motiva, mucho más si tienes tan alcance la victoria como la tiene el Khimki».
Pero, pese a sus certezas que no rompen los pronósticos, inyectó amor propio al equipo que adoctrina: «Lo que hemos hecho en la Eurocopa es en lo que nos apoyamos para jugar un partido digno y que nuestra afición se sienta orgullosa como pudo hacerlo en los tres cuartos que hicimos en casa».
Por su parte, Rimas Kurtinaitis, entrenador del Khimki, guardó las formas aunque en su club ya hayan sitio en las vitrinas para la Eurocopa: «Parece que tenemos una gran ventaja pero no es así. Mal vamos si pensamos que será fácil, porque si ellos se ponen por delante...».
«Hemos dado un buen primer paso, pero necesitamos dar el segundo. Pido a la afición que venga a ayudarnos al pabellón porque no podemos relajarnos», insistió. El pasado fin de semana, Kurtinaitis predicó con el ejemplo y dio descanso en la liga rusa a Rice, Koponen, Monia, Davis o Augustine.