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A la memoria del capitán del pañuelo

A la memoria del capitán del pañuelo

Jueves, 1 de enero 1970

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Tal día como hoy, pero en 1989, se extinguía la vida de Juan Beltrán Sierra. Un día después de cumplir 60 años, con un recorrido vital cargado de vivencias y admiraciones. Capitán de la Unión Deportiva, citado por España en hasta seis ocasiones, y un líder respetado.

Beltrán, pertrechado con su pañuelo en la cabeza, llegó a la Unión Deportiva procedente del Marino. Fue parte de aquella histórica plantilla que ascendió por primera vez a la máxima categoría en 1951 tras ganar al Málaga en el Estadio Insular (4-1). Un día en el que comenzó a dejar muestras de su carácter. «Tras el ascenso hubo una fiesta multitudinaria recuerda su esposa, entonces entró en el vestuario Eufemiano Fuentes, que era el presidente, y pidió a los jugadores que lo sacaran al campo a hombros. Juan no quería que él se pusiera la medalla, cogió la llave del vestuario para cerrar la puerta y la escondió. Fuentes se quedó sin paseo», rememora.

Juan Beltrán siempre llevó el pañuelo porque su contundencia siempre hacía que terminara con la ceja rota. Fue futbolista y capitán en la Unión Deportiva. Y jugador y entrenador en el Atlético Baleares, donde abrió una etapa profesional al salir de Las Palmas. Además, fundó la Asociación de Exjugadores de la Unión Deportiva y presidió, hasta su fallecimiento, el Comité Territorial de Entrenadores.

Con el número cinco a la espalda, como tantos coetáneos suyos sufrió el derecho de retención que los equipos tenían sobre sus jugadores. «Tuvo ofertas del Madrid y el Valencia, en una etapa en la que era un equipo muy grande. Nunca le dejaron salir, rememoran sus hijos.

Beltrán fue el primer jugador de Las Palmas en ser citado por la selección española. Seis veces preseleccionado y tres seleccionado. «Satur Grech lo había convertido en central. Y le dijo que siempre jugara allí. Pero en aquellos años en su puesto parece que no se podía quitar a Marquitos, que era del Madrid...».

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