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40 años de la mayor tragedia aérea

40 años de la mayor tragedia aérea

Martes, 21 de julio 2020, 14:44

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El 27 de marzo de 1977, a las cinco y seis minutos de la tarde, dos Boeing 747, uno de la compañía norteamericana Pan-Am y otro de la holandesa KLM, chocaban en el aeropuerto de Los Rodeos. Fallecieron 583 personas. Cuarenta años después aquel accidente continúa siendo la mayor tragedia de la historia de la aviación civil. El aeropuerto de Los Rodeos es este lunes un hervidero de pasajeros que vienen y van de una isla a otra, o que viajan a la Península. Pocos se han percatado de que tal día como hoy, pero de hace 40 años, en la única pista del aeródromo tinerfeño se produjo el que todavía sigue manteniendo el triste récord de ser el mayor accidente aéreo de la historia de la aviación civil. Aquel día de 1977 murieron 583 personas en el choque de dos Boeing 747. Ninguno de los 234 pasajeros y 14 tripulantes del avión holandés de la KLM sobrevivió; del avión norteamericano de la Pan-Am sobrevivieron 70 personas (siete tripulantes, 61 pasajeros y dos empleados de la Pan-Am que viajaban en los transportines de cabina). Nueve de los pasajeros fallecieron días después debido a las graves quemaduras que sufrieron. Aquel día el aeropuerto de Los Rodeos estaba envuelto en una espesa niebla y tuvo más tráfico del habitual. Una bomba del movimiento independentista de Antonio Cubillo, el Mpaiac, había estallado a primera hora de la mañana en el aeropuerto de Gando y todos los aviones que debían aterrizar en Gran Canaria se desviaron a Tenerife. También los Boeing 747 de la Pan-Am y la KLM. Los dos aviones tenían como destino Gran Canaria. El accidente se produjo en la maniobra de despegue tras horas en Los Rodeos. La investigación del siniestro concluyó que la causa fue un error humano del comandante del avión de la KLM, que inició la maniobra de despegue sin autorización de la torre de control por un malentendido en las comunicaciones. Los expertos en navegación aérea coinciden en que hoy sería difícil que se dieran las circunstancias de aquel día y ponen especial énfasis en recordar que, pese a que el sistema de comunicaciones entre la torre de control y las aeronaves sigue siendo básicamente el mismo, al día siguiente del accidente se dejó de usar la palabra despegue. Tampoco se utiliza ya autorizado; ahora se usa permiso concedido o hágalo. Tampoco la tecnología es la misma y los sistemas de radar e iluminación de pista permiten las operaciones incluso con niebla. De aquel accidente son pocos los que en Tenerife quieren hablar, pero muchos los que aún lo recuerdan, bien porque asistieron a las víctimas o prepararon los cuerpos para el traslado a sus lugares de origen, bien porque participaron en el operativo, bien porque tuvieron que fotografiar o contar lo que ocurrió. Durante algún tiempo se temió que el negocio turístico que entonces estaba despegando se truncara por el accidente. Hoy no hay ningún acto en recuerdo de las víctimas y sólo el monumento levantado por la Fundación de Parientes de las Víctimas del Accidente Aéreo de Los Rodeos en la Mesa Mota, en 2007, recuerda aquella tragedia.

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