El Sitio Ibérico, 20 años de un restaurante tasca único en Vecindario

Ni él mismo se cree que el 1 de diciembre El Sitio Ibérico cumpla 20 años. Como equipaje quedan los primeros años, los más duros, donde su constancia, su perseverancia y creer en lo que estaba haciendo, le valieron para resistir, cuando por aquel entonces los paladares no estaban preparados para su oferta y cuando justamente comenzaron a proliferar locales de comida rápida en cada esquina.

Ibéricos de reconocidas marcas eran la espina dorsal de un negocio que comenzaba, tímido, con una buena barra y algunas mesas, no tantas como ahora que hasta se ha visto obligado a ampliar el local con un anexo y un patio.

Recetas diferentes, basadas en la buena ejecución y en la materia prima de calidad, lo alejaban de la demanda popular, pero él seguía creyendo que El Sitio Ibérico funcionaría. Y así fue. Y nada tuvo que ver con la buena suerte. Se empeñó, un día sí y otro también y hoy su local, es parada obligada para todos aquellos que viven, pasan o paran en Vecindario.

El local dispone de terraza, pero merece mucho la pena pasar y pararse primero en la barra, desde donde un flamante expositor expone una nutrida colección de jamones de reputada calidad, como los de 5 Jotas, tanto para que se lo corten al momento y lo disfrute en el local, como para envasárselo y llevárselo a casa.

Quesos y otros embutidos completan el cuadro y si le disponen de alguna tapita de algo, pida que los quesos se los acompañen con su mermelada de higos.

Tras 20 años a pico y pala, más la experiencia en otros negocios de hostelería que cerró por dedicarse en cuerpo y alma a este, Diego conoce la carta y la infinidad de posibilidades que salen de su cocina, así que lo mejor será siempre que acuda, dejarse llevar por sus recomendaciones.

En cocina, Tania, su mujer y cocinera jefa del local recogerá comanda y unas manos prodigiosas, un gusto excelente por la cocina desde una formación plenamente autodidacta, serán capaces de elaborar unos caracoles soberbios con una salsa de las que no se olvidan y cargadita de buenos tacos de jamón.

Las croquetas de jamón es otro de sus fuertes y ellos lo saben, así que prueba obligada porque el bocado merece toda la atención y reconocimiento.

A El Sitio Ibérico no le falta de nada, esta tasca restaurante viene a ser un buen resumen de aciertos y, para los seguidores del cochino canario y de unos buenos torreznos, también es su lugar.

Una carta, por otro lado, donde conviven platos de la cocina española más tradicional, con otros que son pura inspiración de Tania y donde la fusión de culturas gastronómicas encuentra su espacio, como el arroz tailandés, sobre una oblea de pan frito, elaborada «en casa».

Y muy atentos a las jornadas gastronómicas que organizan, cocina aragonesa con éxito rotundo y unas que se avecinan pronto con León, concretamente con La Bañeza, en armonía con la cocina canaria.

Con orgullo, Diego nos cuenta que su trabajo también se ha visto recompensado muchas veces por el reconocimiento, sobre todo de sus clientes, pero si hay uno que le conmueve especialmente, fue el otorgado por el Cabildo de Gran Canaria admirado su empleo de producto de Gran Canaria, placa que luce en la puerta del establecimiento y donde deja constancia del territorio y de la despensa de la cocina de El Sitio Ibérico.

Y como buen resumen, uno de sus postres estrella donde un bienmesabe sirve de cuna a un helado de gofio de elaboración propia, rebozado en millo hecho roscas trituradas y coronado con chips de plátano fritos. Un postre que resume el buen hacer de cada día de este local, con el mismo empeño desde el primer día que abrieron sus puertas: buen producto, buena cocina, excelente servicio y por propina, que el cliente siempre quiera regresar.

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