Una receta irresistible: pollo a la crema de espinacas
Las recetas que te cuento ·
La vuelta a la rutina también implica volver a los fogones y a la faena y nada mejor que encontrarnos con recetas fáciles y deliciosas para que se nos haga más llevadera la nostalgia del veranoEl regreso de las vacaciones es una auténtica porquería (palabra que empleaba mi abuela Ana porque jamás se atrevió a pronunciar una palabra malsonante). Dicho esto, llegar con la despensa y la nevera vacías, las pirañas preguntando desde que terminan el desayuno por el menú a la hora del almuerzo mientras los cabezas de familia nos repartimos y adjudicamos tareas propias del retorno: lavadoras, compra, regar las plantas que no sé si se han puesto mustias de vernos y no solo del calor que ha hecho este verano, plancha a punto, billetes de vuelta para los retoños que se van lejos para hacerse gente, llamadas a las abuelas para darles fe de vida y de paso contarles como llora el frigo y a ver si con esas se enternecen y nos vienen a dar la bienvenida que merecemos: un buen táper, o varios, con lo que sea.
Y, así, entre unos, otros, todos y la perra que ha llegado de la guardería y nos ha declarado la guerra fría por dejarla atrás, la que suscribe relee lo primero que alcanza de su biblioteca gastro y allí estaban esperándole estas pechugas de pollo junto con su prima hermana, la inspiración, que una vez más ha esperado todo el verano por nuestro regreso y no lo ha podido hacer mejor ni con los brazos más abiertos, porque esta receta sabe igual que los miles de baños en la playa de este verano, que las tardes de chiringuito hasta que se hacía de noche, de los almuerzos, cenas y picoteos con amigos y de las mágicas y siempre maravillosas noches estrelladas del sur de Gran Canaria.
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Tiempo de preparación
15 minutos
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Tiempo de cocción
20 minutos
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Tiempo total
35 minutos
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Comensales
3
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Dificultad
Muy fácil
Categorías
Recetas de pollo
Ingredientes
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2 pechugas de pollo
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1 cebolla
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1 ramillete de espinacas frescas
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Aceite de oliva
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Sal
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Pimienta
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100 ml de leche evaporada
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80 g de queso parmesano
Paso 1
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Comenzaremos salpimentando las pechugas por ambos lados.
Paso 2
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En una sartén, calentaremos 2 cucharadas de aceite y sellaremos, durante 2 minutos por cada lado, a fuego fuerte, las pechugas.
Paso 3
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La idea es que simplemente queden doradas por fuera porque la receta la terminaremos en el horno. Una vez doradas, retiramos y reservamos en una fuente apta para horno.
Paso 4
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Mientras se doran las pechugas podremos ir adelantando trabajito, cortaremos la cebolla en juliana fina.
Paso 5
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Haremos lo mismo con las espinacas: lavaremos, secaremos y cortaremos en pedazos.
Paso 6
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En la misma sartén en la que habremos dorado las pechugas, calentaremos una cucharada de aceite (solo si fuese necesario y no haya sobrado tras dorar las pechugas). Sofreiremos la cebolla hasta que esté dorada.
Paso 7
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Una vez tengamos la cebolla lista, añadiremos las espinacas y mantendremos a potencia media de calor hasta que las espinacas disminuyan su volumen.
Paso 8
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Una vez llegados a este punto, verteremos la lecha evaporada.
Paso 9
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Mantendremos a potencia media-baja de calor, durante 6 minutos y este es el momento ideal para precalentar el horno a 190º calor arriba y abajo.
Paso 10
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Verteremos la crema sobre las pechugas, procurando que la cebolla y las espinacas coronen las pechugas y el resto de la crema se reparta en la fuente.
Paso 11
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Y, por último, espolvorearemos el queso rallado sobre las pechugas.
Paso final
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Meteremos la fuente en el horno, a la misma temperatura y función en la que lo hemos precalentado y calcularemos 14 minutos. Es el tiempo exacto en el que las pechugas se conservarán crujientes por fuera y jugosas y súper tiernas por dentro. Una delicia que durará el mismo tiempo en la mesa que la sensación de vacaciones cuando regresas.