Gazpacho de remolacha
Las recetas que te cuento ·
Una receta ideal para preparar una y otra vez durante el veranoDesde hace algún tiempo, muchas son las versiones al gazpacho tradicional; de mango, con fresas, incluso con sandía o melón, vienen a completar la oferta de este recurrente, fresco y adictivo plato, sobre todo en los meses de verano.
La receta de hoy es una de esas versiones que, sobre todo, para los amantes de la remolacha, se convertirá en el plato estrella en los días de calor. Aun no siendo fan de esta hortaliza, el resultado final no debería perdérselo pues el sabor, la textura y la cremosidad que le aporta, es realmente sorprendente y estimulante.
Además, muchos son los detractores del pepino y, debe saber que este gazpacho, no lo lleva.
Y, a todo esto, debemos de sumarle las cuantiosas propiedades que nos aporta: gran riqueza en flavonoides lo que lo convierte en un alimento muy beneficioso para nuestro organismo y un potente antioxidante, por cada 100 gramos de remolacha encontramos, además, 0,8 mg. de hierro y es una fuente estupenda de vitamina C, lo que tendrá una aliada perfecta en casos de anemia.
Su elevado contenido en ácido fólico y vitamina B9, ambos elíxires de juventud. Y, además, propiedades antidepresivas, mantiene el corazón joven, ayuda con el estreñimiento, incide en el correcto funcionamiento del hígado, contiene pocas calorías y supone una buena dosis de energía.
Por todo ello, esta receta se debería de hacer y comer durante todo el verano y, si se decide por esta versión, que me pasó mi amiga Arantxa, deben saber que, en su casa, ya no quieren otro gazpacho que el de remolacha. Y en la mía, también.
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Tiempo de preparación
20 minutos
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Tiempo de cocción
0
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Tiempo total
2 horas tras enfriarlo
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Comensales
8
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Calorías
Pocas
Categorías
Recetas de verano
Ingredientes
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500 g de remolacha entera y cocida
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500 g de tomate pera
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1 diente de ajo
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50 g de pimiento verde
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20 g de cebolla
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20 ml de vinagre de manzana
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50 ml de aceite de oliva virgen extra
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1 cucharadita de sal gruesa
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Queso feta opcional
Paso 1
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Comenzaremos lavando y preparando todas las verduras y hortalizas. Para ello, cortaremos en cuartos el trozo de cebolla, lavaremos la remolacha retirándole la primera piel pero manteniéndola entera, retiraremos el germen central del ajo, trocearemos el pimiento y los tomates los partiremos por la mitad y le retiraremos el pedúnculo.
Paso 2
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En un vaso de batidora, indispensable que sea eléctrica y potente, comenzaremos incorporando los tomates.
Paso 3
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Sobre estos en segundo lugar, incorporamos la remolacha
Paso 4
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En tercer lugar, añadiremos el pimiento verde, la cebolla y el ajo y, sobre el conjunto, verteremos el vinagre de manzana y la cucharadita de sal.
Paso 5
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Activaremos la batidora, arrancaremos despacio para ir subiendo la potencia hasta llegar al máximo y la mantendremos así, durante 2 minutos.
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Por último, verteremos el aceite y, esto se hace de manera separada y al final, porque ayudará que el aceite emulsione mejor y la textura final, sea perfecta. Una vez incorporado el aceite batiremos a potencia media y con 5 segundos será suficiente.
Paso 6
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Una vez terminado de batir guardaremos en nevera, que se conservará así hasta 5 días y enfriaremos unas dos horas antes de servirlo. Lo ideal para acompañar esta receta es desmigajar algo de queso feta por la superficie. El sabor de ambos a la vez resulta magnífico.