Dónde saborear Gran Canaria, según el sumiller y propietario de Vinófilos y el Zarcillo, Mario Reyes

Formación continua, crecimiento y desarrollo constantes y pasión y vocación hacen de Mario un experto paladar. Aunque él se defina de gustos sencillos.

Identifica y entiende como nadie de cada producto y no solo en su campo, porque, en materia de vinos, desde las cepas y hasta la copa donde debe disfrutarse, pasando por su cuidado, tratamiento y posterior distribución, de Mario solo queda escuchar para aprender.

Pero es que, en gastronomía sucede lo mismo, aunque no lo presuma, pero a quien le pregunta responde y comparte sin secretos, los lugares donde disfruta de Gran Canaria.

Les advertimos que su ruta no solo es un trazado único en el sabroso mapa de Gran Canaria, sino que, además, nos apunta que, cada lugar da mucho más de lo que cuestan. Y un último consejo, guárdenla a buen recaudo porque a nosotros nos ha cautivado tanto como el propio Mario.

Nos cuenta que le encanta desayunar en la Dulcería San Mateo «la de toda la vida». Un buen café, pan artesano, un trato cercano y familiar y una tortilla francesa única. ¿Quién da más? A nosotros nos parece que no hay mejor manera de empezar el día y no es fácil dar con una buena tortilla francesa.

Cierto es que, a Mario se le complica elegir un solo lugar, pero, aun así, con generosidad nos desvela dos de su preciada lista. Ay Carmela, en el extraordinario Paseo de la Playa de Las Canteras, comida mejicana auténtica, genuina, casera y súper sabrosa.

Ya cuando se trata de salir de la capital, Mario nos descubre y recomienda La Culata II, en el precioso municipio de Valsequillo, un local que Mario nos define como maravilloso y al que le encanta escaparse cada vez que puede. Amabilidad, trato y cercanía, con producto y elaboración magníficas.

Cuando cae la noche a Mario le sigue gustando escaparse de la ciudad, sobre todo a un lugar que el mismo subraya como súper interesante «me gusta y mucho La Tunera». Así de rotundo nos lo cuenta porque, entre tantas definiciones y todas buenas, que nos podría dar, considera que La Tunera es un gran desconocido, pero sabe de sobra que sorprenderá gratamente a todo aquel que lo pruebe.

El Mono Malvado, de vuelta a la ciudad, en la Plazoleta Farray, es el lugar donde puedes encontrarle para disfrutar de pocos, pero siempre buenos y sosegados ratos y excelentes cócteles o combinados.

Y como despedida y cierre, Mario no quiere dejar pasar por alto que también disfruta de un plan perfecto cuando se prepara un buen picnic y una botella de vino para llevárselos hasta un rincón de Las Coloradas o de la Playa de la Laja e insiste, desde el primero de esta lista y hasta el último lo que más le gusta es que siempre recibe más de lo que espera y paga.

Aunque apuntamos que su modestia no le permite marcarnos en el mapa sus dos extraordinarios locales, Vinófilos en la capital y El Zarcillo, excepcionales, los dos.

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