Madriguera Obrador Artesano, un rinconcito irresistible

La ubicación de Madriguera dentro del CC Las Ramblas Centro hace honor a su nombre. En una esquina, en la misma planta a la que se accede desde la calle, un luminoso con la imagen más tierna del zorro que se haya visto, guarda tras de sí un pequeño obrador.

Aunque, a decir verdad, el olfato podríamos guiarnos sin ningún tipo de dificultad y lo que sí que es cierto es que, una vez y se encuentra, traspasar su puerta se le hará obligado.

La zona de faena está a la vista y, un pequeño expositor y una pequeña nevera, mostrarán lo que se elabore ese mismo día, porque, en este obrador, cada elaboración se habrá hecho una a una, esa misma mañana y durante el resto del día, porque la actividad no cesa.

No presumen lo suficiente de las texturas que consiguen en cada bocado, el hojaldre de sus palmeras, el glaseado de sus dulces y la consistencia e intensidad de sus elaboraciones con chocolate son tan perfectas que a simple vista se podría llegar a pensar que no son reales, pero, solo tendrá que dar un mordisco, cerrar los ojos y deleitarse.

Bizcochos, cruasanes crujientes, tartas, con mención destacada a la de queso, «cookies», panes, postres en vasito y hasta helados y, eso, sin tener en cuenta que la creatividad de su artesana puede sorprender cada día con algo diferente.

Todo hecho a mano, todo 100% artesano, bajo una técnica súper depurada y precisa junto con ingredientes de máxima calidad dejan traspasar el sabor de lo auténtico y el cariño y la dedicación que en este obrador le dedican a cada bocado.

Los sábados y domingos, mejor con reserva previa se puede disfrutar de dos versiones, frío o caliente, de esos desayunos tardíos que cada día ganan más adeptos en nuestra ciudad. Dedicarse tiempo para ir a este obrador es recrearse con cualquiera de las dos opciones que elija.

En ambas opciones se empieza con un buen café, con opción de leche vegetal a criterio del comensal, para seguir, en el caso del brunch frío con una cesta de bollería irresistiblemente crujientes su pan, su cruasán y su palmera.

A cualquiera de estos bocados puede añadirle mermelada que varía en sabor según la temporada de fruta, mantequillas, una con un toque de curry y otra con cacao antes de ser procesado, ambas magníficas.

Una tabla de embutido ibérico seleccionado, más un postre fresco de los que tengan en vitrina, elaborado el mismo día, completarán esta propuesta y, cada parte que la compone es sencillamente perfecta.

En el caso de elegir el brunch caliente, un «smoothie» de fruta fresca junto con unos huevos benedictinos sobre un pan artesanal y una salsa holandesa untosa, deliciosa y perfecta, guardarán un huevo poché que solo necesitamos definir como excelente. Sin poner ni quitar nada de nada.

Los brunch los ofrecen en sábado y domingo a partir de las 10:00 de la mañana y, el resto de las elaboraciones si no las encuentra, la mejor noticia es que admiten encargos, porque, esta madriguera, casi escondida y pequeña encierra genialidad y talento con cada creación.

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