La papa se celebra en la XVI Cata Insular de Papas de Gran Canaria

En Gran Canaria, nunca se ha tratado de un simple tubérculo, cada papa es historia viva, paisaje e identidad, como así se volvió a demostrar la XVI Cata Insular de Papas de Gran Canaria, organizada por el Cabildo de Gran Canaria a través de la Consejería de Soberanía Alimentaria, Sector Primario y Bienestar Animal, en un sabroso homenaje a los hombres y mujeres que cultivan la tierra y que culminará con la Feria de la Papa en el próximo mes de octubre.

18 personas formaron parte del jurado, 9 mujeres y 9 hombres vinculados directamente al sector primario, que aportaron su experiencia y paladar como campo de valoración. Una cata anónima, con 10 modalidades distintas, entre las que se recuperaron dos variedades de cultivo tradicionales que se habían perdido y que en esta edición volvieron a escena como parte del compromiso por preservar la biodiversidad agrícola insular.

La valoración se realizó en tres tipos de cocción: papas arrugadas, sancochadas y fritas, permitiendo así una evaluación completa de las características organolépticas de cada variedad. Textura, sabor, color o aroma fueron algunos de los aspectos analizados con rigor y especial sensibilidad por cada uno de los miembros del jurado.

Todo ello tuvo lugar en la Granja Agrícola Experimental del Cabildo, un enclave que se reveló perfecto para acoger esta cita. Al aire libre y rodeados de cultivos, el acto no solo fue una cata, sino una experiencia de conexión directa con el territorio y de las manos de quienes se empeñan en proteger el territorio grancanario desde sus especiales frutos y riquezas.

El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, acompañado por el rector de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Lluís Serra, el consejero de Sector Primario y Soberanía Alimentaria del Cabildo de Gran Canaria, Miguel Hidalgo y por el técnico del Servicio de Extensión Agraria del Cabildo de Gran Canaria, Armando Rodríguez, quien año tras año ha liderado esta acción, arroparon las declaraciones del presidente quien no pudo ser más claro en su intervención: «La papa no es solo un cultivo. Es símbolo de nuestra identidad, parte de nuestro ADN, un elemento esencial de ese paisaje mosaico que define a Gran Canaria».

A las 14:00 horas se hizo público el veredicto del jurado con la siguiente clasificación:

Tras el veredicto, se celebró un almuerzo con productos de la isla, donde brillaron otras joyas del campo grancanario. El menú fue diseñado por el chef Andrés Rodríguez, del proyecto Échale Mojo, quien firmó una propuesta basada en la excelencia local: salmorejo con fruta canaria, ceviche de lubina de nuestra costa y solomillo de vaca canaria. Como broche final, una tarta de manzanas de Valleseco.

Una verdadera fiesta de la tierra, un acto que va más allá del sabor para convertirse también en reivindicación, de lo nuestro, de quienes lo cultivan y de quienes lo valoran. Y no será casualidad que este evento brille con una luz especial porque, en este mismo año, tal y como recordó Antonio Morales, presidente del Cabildo de Gran Canaria, este evento recibió la consideración de Segundo Premio Nacional como Proyecto Gastronómico.

Ahora solo queda seguir consumiendo nuestra papa, porque nada tiene que envidiar a las del resto del mundo, de la variedad que sea porque solo así garantizaremos el futuro de nuestra agricultura y de las manos que trabajan por ella.

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