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Leche de cabra Pasana health
La leche de cabra, el oro blanco que sana
Pasana Health

La leche de cabra, el oro blanco que sana

Si padeces de osteoporosis, ferropenia, no toleras la lactosa, necesitas energía, tienes el colesterol LDL elevado, tienes deficiencias nutricionales o quieres regular tu microbiota… este oro blanco es para ti

Patricia Sánchez Salinas

Las Palmas de Gran Canaria

Viernes, 31 de enero 2025, 23:00

¿Sabías que la leche de cabra es casi como el primo cercano de la leche materna? Así es, su composición es tan parecida que podría pasar desapercibida hasta por el propio bebé.

Es nutritiva, saludable y una excelente opción para quienes buscan algo que se acerque al oro líquido humano. Si la leche de vaca te trae más problemas que soluciones (alergias), la de cabra es tu nueva mejor amiga. ¿La razón? Su proteína es diferente y más amable con tu organismo. Y aquí viene el dato estrella: entre las leches del reino animal, la de cabra se lleva el premio al más nutritivo y terapéutico, ¡solo superada por la propia leche materna humana!.

¿Quién diría que algo tan ancestral podría ser tan perfecto?

La leche de cabra frente a la de vaca

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La leche de cabra tiene propiedades únicas que la convierten en una aliada para quienes buscan una opción más amable con su organismo. A diferencia de la leche de vaca, que tiende a ser ligeramente ácida, la leche de cabra se encuentra en el espectro de lo casi alcalino, con un pH de 6.7. Este atributo se debe a su mayor contenido proteico y a las diferentes combinaciones de fosfatos presentes en su composición. Pero, ¿por qué esto importa? Si tienes problemas digestivos o tu estómago no tolera bien la acidez, la leche de cabra podría ser un verdadero bálsamo, ayudando a mantener un equilibrio más favorable en tu sistema digestivo.

Un detalle fascinante radica en el tamaño de los glóbulos de grasa. En la leche de cabra, estos glóbulos son significativamente más pequeños que en la leche de vaca. Esta peculiaridad facilita enormemente su digestión y absorción, ya que el sistema digestivo puede procesarlos más eficientemente. Es como si los glóbulos de grasa de la leche de cabra vinieran ya «preparados» para ser aprovechados por tu cuerpo sin complicaciones.

Por si fuera poco, existe una ventaja crucial para quienes sufren de alergias o intolerancias a la leche de vaca: alrededor del 40 % de las personas sensibles a las proteínas de la leche de vaca toleran bien las de la leche de cabra. ¿La razón? La lactoalbúmina, una de las principales proteínas presentes en la leche, es inmunoespecífica entre ambas especies. Esto significa que el sistema inmune de muchas personas no reacciona de manera adversa a las proteínas de la leche de cabra, ofreciéndote una alternativa más segura y placentera para disfrutar sin preocupaciones.

Todo lo que aporta la leche de cabra

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La leche de cabra es, sin duda, un verdadero superalimento. Si analizamos lo que aporta cada 100 gramos de esta deliciosa leche, podemos ver por qué está ganando terreno como una opción más nutritiva y saludable. Para empezar, te ofrece 70 kilocalorías por cada 100 gramos, lo cual la convierte en una opción ligera pero energética. Además, tiene 4,5 gramos de hidratos de carbono, que te proporcionan la energía rápida que tu cuerpo necesita para arrancar el día o mantenerte activo.

La proteína es otro de sus puntos fuertes, con 3,3 gramos por cada 100 gramos de leche. Y no es cualquier proteína: la leche de cabra contiene proteínas completas, lo que significa que te ofrece todos los aminoácidos esenciales que tu cuerpo necesita para crecer, repararse y mantenerse saludable. A esto se suman 4 gramos de grasa (grasas saludables hay que destacar, más adelante te lo explico), lo que te da la cantidad ideal para mantenerte saciado sin comprometer tu salud cardiovascular. Si te preocupan los índices glucémicos, la leche de cabra tiene uno de 24, lo que significa que no va a hacer que tus niveles de azúcar en sangre se disparen, a diferencia de otras bebidas más azucaradas.

En cuanto a las vitaminas, la leche de cabra es una rica fuente de vitaminas A, D y C, esenciales para tu sistema inmunológico, la salud de tus huesos y para mantener tu piel brillante y saludable. Y aunque en menor cantidad, también tiene vitaminas del grupo B como B1, B2, B3, B5 y B12, que desempeñan roles importantes en el metabolismo energético, la función cerebral y la formación de glóbulos rojos.

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Pero lo que realmente la distingue es su increíble contenido mineral. Por ejemplo, tiene 134 mg de calcio y 121 mg de fósforo por cada 100 gramos, lo que la convierte en una fuente mucho más rica de estos minerales comparada con la leche humana. De hecho, puede tener hasta un 13% más de calcio que la leche de vaca, un mineral fundamental para la salud ósea, la función muscular y la transmisión nerviosa. Sin embargo, cabe destacar que no es tan buena fuente de minerales como el hierro, cobalto y magnesio, por lo que si estás buscando optimizar esos nutrientes, podrías complementar tu dieta con otros alimentos.

En cuanto a su comparación con la leche de vaca, estudios realizados por el Departamento de Fisiología de la Universidad de Granada han demostrado que la leche de cabra tiene más propiedades beneficiosas para la salud. En un artículo publicado en Andalucía Investiga, se reveló que la leche de cabra es eficaz para prevenir la anemia ferropénica (una falta de hierro en la sangre) y la desmineralización ósea (osteomalacia), dos problemas de salud que pueden ser prevenidos con una nutrición adecuada.

Los productos derivados de la leche de cabra, como los quesos y yogures, también sobresalen gracias a sus niveles de probióticos, que son excelentes para mantener tu flora intestinal saludable. De hecho, en cuanto a beneficios digestivos y de salud intestinal, los productos derivados de leche de cabra superan con creces a los hechos con leche de vaca.

Sus grasas, fuente de sanación

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La composición grasa de la leche de cabra es la principal responsable de sus propiedades contra el colesterol alto, pues impide que se absorba el exceso de ácidos grasos saturados del organismo, de esta forma se reduce la concentración de colesterol LDL y triglicéridos y aumenta la concentración de colesterol HDL o el llamado colesterol bueno.

Los contenidos de ácidos grasos esenciales y de cadenas cortas hacen de la leche de cabra un alimento saludable desde un punto de vista cardiaco (Capra, 2004) así como tienen gran importante en la nutrición de infantes que presenten eczemas atípicos atribuidos a leches maternas con un perfil anormal de ácidos grasos, especialmente el linolénico.

Los glóbulos de grasa en la leche de cabra son más pequeños que los de la leche de vaca, lo que facilita su digestión y absorción por el sistema digestivo.

La leche de cabra contiene ácidos grasos de cadena media, como el ácido caprílico y el ácido cáprico. Estos se digieren más fácilmente que los ácidos grasos de cadena larga presentes en otras grasas animales y son rápidamente utilizados como fuente de energía en lugar de almacenarse como grasa corporal.

Las grasas de la leche de cabra transportan vitaminas liposolubles como la A, D, E y K, esenciales para la salud de los huesos, la piel y el sistema inmunológico.

Receta: pudding de chía con leche de cabra y frutos rojos

Ingredientes:

• 1 taza de leche de cabra

• 3 cucharadas de semillas de chía

• 1 cucharadita de extracto de vainilla (opcional, para un toque de sabor)

• 1 cucharadita pequeña de miel cruda (opcional, puedes no ponerle)

• 1/2 taza de frutos rojos frescos (fresas, frambuesas, moras o arándanos)

• Un puñado de almendras o nueces picadas

• Unas hojas de menta fresca

Elaboración:

1. Mezcla la leche de cabra y las semillas de chía: En un tazón, mezcla bien la taza de leche de cabra con las semillas de chía. Si deseas, puedes añadir el extracto de vainilla para darle un toque extra de sabor. Luego, agrega la miel si quieres.

2. Refrigera: Cubre el tazón con film transparente o coloca la mezcla en un frasco cerrado y refrigéralo durante al menos 4 horas, o idealmente, toda la noche. Las semillas de chía absorben la leche de cabra y se expanden, formando una textura de pudding. Además de activarlas para que s sean más digeribles.

3. Prepara los frutos rojos: Mientras el pudding se enfría, lava bien los frutos rojos y, si son grandes, córtalos en trozos pequeños.

4. Monta el pudding: Una vez que el pudding de chía haya espesado y tenga la textura cremosa que buscas, sirve en pequeños recipientes o copas. Añade los frutos rojos por encima y un poco de almendras o nueces picadas para darle un toque crujiente. Decora con unas hojas de menta fresca si deseas.

5. Disfruta: ¡Listo! Ya tienes un pudding saludable, lleno de fibra, antioxidantes y proteínas. Puedes disfrutarlo como desayuno, merienda o postre.

Beneficios:

Leche de cabra: Aporta una excelente fuente de calcio y proteína, ideal para fortalecer huesos y mantener un sistema digestivo saludable.

Semillas de chía: Son ricas en ácidos grasos omega-3, fibra y antioxidantes, lo que las convierte en un superalimento.

Frutos rojos: Son bajos en calorías, ricos en vitaminas y antioxidantes, que ayudan a reducir la inflamación y mejorar la salud cardiovascular.

Almendras o nueces: Añaden grasas saludables, proteínas y un toque crujiente que balancea la suavidad del pudding.

«Así que ya lo sabes: la leche de cabra no solo es un elixir ancestral, sino también un escudo nutricional para tu cuerpo. ¿Quién diría que una simple cabrita podría darte tanto? ¡Bebe, disfruta y deja que este oro blanco haga su magia en tu salud!«

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