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La primera inspiración de María nació hace ya algunos años cuando vivía en Argentina. En aquel momento se sentía fascinada por esas tartas hiper dulces, llenas de esa azúcar fondant con decoraciones espectaculares. Algo hizo contacto y arrancó su fascinación por el mundo dulce.
Regresó a Gran Canaria y, tras trabajar en dulcerías que ya hoy no existen, decidió volver a hacer las maletas para ir a formarse en la escuela Le Cordon Bleu, en Alta Pastelería. Y así fue, lo hizo y trabajó mano a mano con los mejores, como Oriol Balaguer. Aprendió, se nutrió y volvió a casa.
Tras un primer intento que no salió todo lo bien que María esperaba, llegó la pandemia y la pilló intentándolo de nuevo, poniendo a punto el local en el que hoy, por fin «ya nos conocen y saben cómo trabajamos y todo lo que somos capaces de hacer».
Y abrió en plena pandemia, tras más de dos años y medio no exentos de enormes esfuerzos y mayores sacrificios, pero, hoy, un equipo formado por ocho personas y capitaneado por María, elaboran a diario auténticas joyas comestibles, como la tarta de chocolate en 3 texturas que les valió, en el año 2019 formar parte de la lista de las mejores tartas de chocolate de España, según la revista Elle.
Nos reconoce que todo lo que elaboran, en un momento dado ha sido su dulce favorito y le cuesta contarnos cuales son los más complicados de hacer y cuáles los más sencillos, porque, cuando uno se para y observa el detalle de las elaboraciones expuestas en Texturas de Chocolate, podría llegar a pensar que, tras esa puerta al obrador se esconde un orfebre.
Eso sí, sabe contarnos los favoritos de sus clientes y no duda, el semifrío de chocolate con trufa y la tarta de queso de cabra.
Cuando preguntamos a María a qué hora se encienden los hornos nos responde que desde las 7 de la mañana el obrador arranca y, una se imagina algo así como la famosa película de Charlie y la Fábrica de Chocolate porque, solo con reparar en los detalles de un majestuoso «lemon pie» que nos llama a gritos desde el tentador expositor, quieres tocarlo, morderlo y saborearlo porque, su perfección hace que parezca de mentira.
Pero ahí están, todas y cada una de las extraordinarias elaboraciones, todas artesanales, todas fruto de la inspiración y de una ejecución minuciosa y perfecta. Y lo más importante, rematadamente exquisitas.
Como apunte, el brownie de chocolate y los cruasanes de mantequilla, los aprendió de Oriol Balaguer. Casi nada y no dejen de probar ambos.
Los paladares salados también encontrarán aquí un paraíso, desde la exclusiva y exquisita visión de María. Les adelantamos que los «briox» son artesanales y rellenos de composiciones deliciosas, como el de mortadela, aceite de trufa, queso viejo y rúcula o el de salmón ahumado, queso crema, lechuga y pepino.
Las tostas, como la de alcachofas humus, rúcula y tomates cherry; los huevos, en diferentes elaboraciones como la francesa con jamón York o la de champiñones, hasta unos suculentos y cremosos huevos revueltos. Además de panecillos, sándwiches y cruasanes que, aunque sea un mixto, será uno de los mejores mixtos que haya probado en su vida.
Desde el desayuno a un picoteo de media mañana con cositas ricas, como humus con verduras o merendar y pasar la tarde, de lunes a viernes hasta las 21:00 horas.
Pero los sábados y domingos también estarán dispuestas a atenderles, con sonrisas tan dulces como lo que elaboran, eso sí, en ambos días solo en horario de mañana. Y, además, la sala donde podrá comprobar que el cielo existe es ideal y agradable y, la terraza, también. Eso sí, Texturas de Chocolate tiene muy fácil entrada pero muy difícil la salida, porque, una vez lo conozca y pruebe, no querrá salir de ahí.
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