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No logra pasar desapercibido ni aunque se le fuera la vida en ello. Nos cuenta con orgullo que sus raíces siguen plantadas en el barrio marinero de San Cristóbal donde nació, pegado al Océano Atlántico y, desde allí, una vida meteórica, siempre ligada a la moda, a las tendencias y al estilo.
Jorge Farías que, a sus recién estrenados 40 años, les debe el estado de paz absoluta en el que ahora se encuentra, reposado que no cansado, poniendo el foco en lo que verdaderamente le importa, su trabajo, sus amigas, que son su familia por elección, su pareja de teckels, Valentino y Cayetana y solo rodearse de gente y cosas bonitas.
Huye como del fuego, de los juicios de valor, así que no tolera juzgar, pero tampoco que lo juzguen sin conocerlo y, si algo tiene muy claro, además de disfrutar del camino trazado y del que queda por andar, es lo que no quiere y lo que no le gusta. Y, muy pronto nos soprenderá en una nueva andadura que dará comienzo en este mismo medio.
Desde 2019 se despierta cada día para seguir haciendo realidad su sueño de toda la vida, By Me, desde donde transmite su amor y pasión por la moda y por cada clienta que pone un pie en su tienda. Para Jorge, nadie es indiferente, sensación recíproca para todo aquel que le conoce.
Nos confiesa que, cada mañana se levanta, mira el mismo mar que lo vio nacer y da las gracias la vida porque se sabe de sobra afortunado, sin atisbo alguno de materialismo. «Hay que ser muy valiente para levantarse cada mañana y salir al mundo» nos dice Jorge.
El motor que acciona cada día su energía es el amor, hacia quienes le rodean y hacia quienes él elige rodearse. El mismo amor también lo lleva hacia todo lo que hace y en lo que cree y, con la misma intensidad, a la que no le pone medida, disfruta de la gastronomía e identifica, sin errores, donde sacar el máximo partido a los sabores de Gran Canaria, la isla que lo vio nacer.
Con especial exclamación nos habla de su lugar favorito para empezar el día con el mejor sabor posible, La Esquinita de Vegueta, donde todo lo que hacen es brutalmente bueno, artesanal y maravilloso. Siempre se deja llevar por las sugerencias del día, pero no renuncia al sándwich en con pan de semillas, tomate, aguacate y jamón. Como toque dulce al cierre, uno de los cruasanes hecho por ellos en La Esquinita de Vegueta, relleno de Nutella y, nos recomienda que, tan pronto como puedan vayan a probar su brunch, sencillamente inigualable.
Otro local de referencia para Jorge es La Flecha en la calle Perdomo y, precisamente, le gusta disfrutar del sándwich con el mismo nombre al que acompaña de un zumo natural que es puro arco iris, llenito de fruta natural.
Si sale de su zona de referencia lo encontraremos en el sur de Gran Canaria desde donde no puede regresar sin un magnífico desayuno de La cocina de Hande, donde todo se hace a mano, hasta la tosta por la que confiesa admiración, de jamón, aguacate, huevo frito y trufa.
Lo tiene claro y no titubea, La Dehesa de Triana. Además, es más que habitual que Jorge comparta mesa y mantel con amigas y amigos, de aquí y de más lejos y siempre que el encuentro se tercia importante, Jorge sabe que La Dehesa jamás defrauda. Lo que suele pedir lo tiene igual de claro, el mejor cachopo de la isla y siempre para compartir.
En su semana no puede faltar un buen plato de cuchara y hace meses que marcó en su mapa gastronómico El Escondite de Mendizábal, donde la atención, la tradición y el producto, son un 10. Aunque a los judiones y las garbanzas les da una matrícula de honor.
No pasa una quincena sin saborear unos pappardelle con trufa negra de Vai Piano y arranca el homenaje con el insuperable vitello tonnato que elaboran. Una cita a la que no falta, pase lo que pase, porque Vai Piano siempre está y estará en su agenda gastro.
Cuando sube el nivel y sale de su zona de confort para Jorge es esencial un buen producto desde la más correcta ejecución y ambas cosas las califica como fabulosas en Rías Bajas, de donde nos destaca también un servicio inmejorable.
Para Jorge, las cenas deben ser en lugares mágicos porque ese ratito también lo exprime y, en la capital grancanaria, dos son los lugares donde más lo disfruta.
El primero de ellos, la barra del bar Manuela Jimena y, como platos imprescindibles no pueden faltar la ensaladilla, la tortilla y las sardinas fritas cuyo sabor lo lleva directamente a su barrio natal.
Otro lugar, cargado de detalles, lleno de esencia y de luz propia, además de ser el sitio elegido por Jorge en el que dio la bienvenida a sus 40 primaveras, es Casa Montesdeoca y los platos, imprescindibles, igual de sorprendentes: la carne de cabra, las papas negras y los chips de morena frita. Puro sueño.
Como cierre, nos lleva nuevamente al sur de la isla para disfrutar del restaurante «más top» de su lista que no es otro que La Palmera Sur, donde sus berenjenas y su bocadillo de calamares le hacen volver una y otra vez.
No es habitual encontrarlo de noche por las calles de nuestra ciudad, a no ser que esté haciendo pandilla con Cayetana y Valentino en la Plaza de Santa Ana, pero, si la sobremesa se alarga, solo podremos encontrarlo en el Rocktop del hotel Cordial La Peregrina, un lugar maravilloso donde la música es perfecta, sobre todo cuando «pincha» Manel Ruíz y la atención, sencillamente maravillosa.
Y si se alargara aún un poquito más allá, solo podría acabar la noche en un lugar de la capital y ese es Alboroto.
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