Los ciudadanos claman por un cambio de Gobierno

CC y PP lo tienen fácil para gobernar en Canarias

Los socialistas consiguieron mantenerse en estas elecciones como la primera fuerza política del archipiélago, con algo más de 285.000 votos (el 32,3%) y el mayor número de concejales (406). Sin embargo, dos de sus socios del Pacto de las Flores sufrieron un fuerte descalabro: Podemos perdió los cuatro escaños de 2019 y desaparece del Parlamento de Canarias debilitada por la aparición de Drago, de Alberto Rodríguez 'el rastas'. Las dos formaciones de izquierda obtuvieron cada una de ellas en torno al 3% de los votos, de forma, que separadas no consiguieron nada pero unidas hubieran logrado representación en el Parlamento. Algo que obliga a la reflexión. Nueva Canarias, por su parte, aunque baja en votos logra revalidar sus cinco escaños. Así todo no consigue llegar a los 6-8 a los que aspiraba. Además, esos cinco escaños es con baile de islas: en Gran Canaria, su bastión saca 3 escaños, por Fuerteventura mantiene uno y consigue por primera vez uno en Lanzarote. Ese es su mayor logro pero pierde el diputado que tenía en a lista autonómica y que encabezaba Román Rodríguez, que ahora queda fuera.

Aunque Casimiro Curbelo volvió a arrasar en La Gomera y ratificó los tres diputados de 2019, el Pacto de las Flores se marchita y suma solo 31 escaños, cinco menos de los necesarios para formar gobierno (se requieren 36).

El PP, por su parte, se subió en las islas a la ola nacional y sumó cuatro diputados más que en 2019. Pese a los buenos resultados pierde el único Cabildo que tenía, el de La Palma. La erupción volcánica y la gestión posterior le pasa factura.

A nivel regional, en la votación al Parlamento, consigue sus mejores resultados en los últimos doce años al alcanzar 15 diputados, en parte debido a la reordenación del espacio de la derecha tras el naufragio de Ciudadanos, que desaparece de la Cámara regional. En 2019 había obtenido 62.115 votos; este domingo logró únicamente 3.259.

Pese al crecimiento, los populares no logran dar el sorpaso a Coalición Canaria (CC), como anticipaban algunas encuestas. Los populares se mantienen como la tercera fuerza de las islas en escaños.

Coalición Canaria se debilita ligeramente tras perder un diputado pero sigue siendo la segunda fuerza del archipiélago. Sus 19 escaños fueron obtenidos en Tenerife, la isla donde tienen más peso, con seis diputados, La Palma (4), y Lanzarote y Fuerteventura, con tres cada uno. En Gran Canaria solo consiguen un diputado, uno menos que en 2019. Hay que tener en cuenta que los herreños de Agrupación Herreña Independiente (AHI) decidieron ir este año por libre, sin confluencia con CC, y logran un diputado que puede ser clave en el escenario de pactos que se abre a partir de mañana.

La aritmética parlamentaria provoca que CC y PP no sumen los escaños suficientes para formar gobierno. Ambas fuerzas políticas, que como se ha puesto en evidencia durante la campaña comparten muchos puntos en común, como es una bajada de la fiscalidad, suman 34 y les faltaría dos diputados para alcanzar los 36 necesarios para formar gobierno. Ahí estaría AHI, con su escaño, pero tampoco alcanza. Serían necesario el apoyo de ASG (3) o incluso de Vox (4), que fue la gran sorpresa de la jornada electoral. De nuevo parece que Curbelo y las islas no capitalinas (con el peso de AHI y ASG) van a jugar un papel clave en la gobernabilidad de las islas.

La formación de ultraderecha irrumpe en el Parlamento de Canarias y consigue cuatro diputados (dos por Gran Canaria, uno por Tenerife y uno de la lista autónomica). Esta formación también podría estar en un pacto PP-CC aunque los nacionalistas han repetido en varias ocasiones que no pactarían con Vox. Esa era su línea roja. El partido de Santiago Abascal se ha beneficiado en las islas de parte de los votos de Ciudadanos y han sacado rédito del hartazgo y la desafección.

Un pacto PSOE y CC también sería posible si nos atenemos solo a los números. Las dos formaciónes sumarían 42 diputados, más que suficientes para gobernar en las islas. Aunque durante la campaña los enfrentamientos entre socialistas y nacionalistas han sido directos y ahora mismo ese acuerdo parece complicado, nada está escrito.

El escenario está complementamiento abierto y desde hoy se disputa la partida de los pactos. Según los plazos que establece el Estatuto de Autonomía de Canarias, el próximo 27 de junio los 70 diputados electos deberán elegir al presidente del Parlamento regional. Para entonces los partidos que aspiren a gobernar deben tener ya cerrado un pacto.

La persona que se presente como candidato al Gobierno tendrá que contar con mayoría absoluta en la primera votación que se realice en la Cámara. De no ser así se procederá a una segunda votación en 48 horas. En este caso podrá ser investido por mayoría simple. Si a los dos meses de la primera votación de investidura ningún candidato de los propuestas hubiese conseguido la confianza del Parlamento, este será disuelto y habrá de nuevo elecciones.

La participación este año subió casi cuatro puntos en Canarias, aunque hay que reseñar que casi un 50% de los canarios decidieron no votar.