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El turismo confía en un verano al 50% tras perder la Semana Santa

El turismo confía en un verano al 50% tras perder la Semana Santa

Tres de cada cinco empleados en ERTE son del sector y cadenas de la talla de NH ya han anunciado despidos colectivos

Sábado, 20 de marzo 2021, 23:11

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España depende del turismo. La economía española ha basado su crecimiento de los últimos años en un sector que le ha reportado muchas alegrías. Pero en un momento de pandemia en el que la interacción social es el gran afectado, llegan las dudas. Muchos expertos abogan por reducir la dependencia económica del turismo y hacer crecer otros sectores como la industria o las telecomunicaciones, pero esto no es fácil ni se hace de un día para otro. Por ello, el crecimiento de –al menos– los próximos dos años estarán ligados a cómo le vaya al sector turístico, tal y como recogen las últimas previsiones económicas de Funcas.

Según sus cálculos, el PIB crecerá este año un 5,7% después del desplome sin precedentes (-11%) de 2020, pero dependerá de cómo lo que pase con el turismo este verano. Esta previsión está basada en la premisa de que la temporada veraniega sea similar a la del año pasado (26% de ocupación respecto a un año normal). Pero si el sector se recupera mejor de lo esperado gracias a la vacunación y se llega al 50% de ocupación, el crecimiento del PIB será del 7% en 2021 y del 6,7% en 2022, alcanzando así en ese momento casi el nivel económico de antes de la pandemia. Por el contrario, si el verano es menos boyante y la temporada se cierra con un 12% de ocupación, el crecimiento este año será de solo el 4,2%.

Raymond Torres, director de Coyuntura Internacional de Funcas, explica que en este momento hay más de 70.000 millones de euros «embalsados» del turismo, por lo que a medida que la situación sanitaria mejore, puede comenzar una recuperación del sector «intensa». De hecho, la ministra de Turismo, Reyes Maroto, ya ha anunciado que Fitur –la gran feria del turismo internacional organizada habitualmente en enero en Madrid– se hará en mayo y será «el renacer del turismo». Una feria que se celebrará por tanto solo unos días después de Semana Santa, ahora que las comunidades han decidido junto al Gobierno prohibir los desplazamientos entre ellas para evitar una cuarta ola de la pandemia.

Tras perder la Semana Santa, los hoteleros ya piensan en el verano como única forma de supervivencia. El vicepresidente de Exceltur, José Luis Zoreda, afirmó hace unos días que no levantar las restricciones es la única forma de no poner en peligro la temporada alta. «No nos podemos permitir perder de nuevo el verano, el sector no aguantaría».

Pero para llegar al verano en buenas condiciones y que la ocupación pueda alcanzar el 50%, se necesitan cuatro medidas. En primer lugar, acelerar todo lo posible la vacunación. Según sus cálculos, habría que multiplicar por cuatro el ritmo para llegar al verano con la inmunidad de rebaño necesaria para relajar las medidas. En segundo lugar, la aprobación a nivel europeo de un 'travel pass' o certificado sanitario que «facilite y agilice» los tránsitos, así como acuerdos con Reino Unido que permitan los flujos turísticos ahora que no pertenece a la UE. También exigen la extensión de los ERTE «como mínimo, hasta final de año». Y valoran positivamente la llegada de ayudas directas que acaben con la «agonía» de las empresas.

La mayoría de grandes cadenas de hoteles consultadas por este periódico prevén que el verano será mejor que el del año pasado, cuando se consiguió solo un 25% de ocupación respecto a las cifras de 2019, pero aún muy lejos de la antigua normalidad. Algunas consideran que la rentabilidad anterior a la crisis no se conseguirá hasta 2023, pero confían en que las vacunas hagan recuperar la confianza. Si la situación va mejorando podrían ir reincorporándose a sus puestos las 440.000 personas que aún siguen en ERTE en el sector, el 60% del total de los que tienen su empleo suspendido en España, según datos del Ministerio de Trabajo.

Primeras ayudas directas

Para aliviar la situación, el Gobierno ha aprobado 7.000 millones de euros de ayudas no reembolsables a empresas cuya facturación haya caído al menos un 30% respecto a 2019. Una «buena noticia», según la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV), pero que considera «insuficientes» para un sector que lleva «un año sin ingresos y que tendrá una recuperación lenta y gradual». Su presidente, Carlos Garrido, explica a este periódico que si la ocupación este verano solo llega al 50% será «claramente insuficiente» ya que para que el sector sobreviva se necesitan unos volúmenes de facturación «mucho más elevados». Según los cálculos de IATA, la facturación no volverá a niveles precrisis hasta 2023 o 2024.

Remontar será complicado teniendo en cuenta las malas cifras que presenta el sector. A 31 de enero –últimos datos del INE– solo permanecían abiertos 7.200 hoteles en toda España, es decir, el 53% están cerrados. Solo desde septiembre se han clausurado 5.700. Y es que en todo 2020 se recibieron solo 18,9 millones de turistas internacionales, un 77% menos que los 83,5 millones de 2019. Por ello, los ingresos del sector se desplomaron un 78% hasta facturar solo 19.700 millones desde los 92.000 de 2019.

Despidos colectivos

La dramática situación ya se está traduciendo en despidos. Es el caso de la cadena NH, que es la primera gran hotelera en España que ha optado por iniciar un despido colectivo pese a que los ERTE están prorrogados hasta el 31 de mayo. El número de afectados por el ERTE asciende a 400.

Peor aún es el caso de Pullmantur, que ha acordado despedir al 95% de su plantilla, 320 personas. La compañía de cruceros lleva negociando un ERE con los trabajadores desde enero, que ha concluido con un acuerdo de despido colectivo de toda la plantilla, menos 16 trabajadores. Cobrarán una indemnización de 30 días por año trabajado (10 días por encima de lo que marca la ley para empresas en concurso), pero con un límite de 12 mensualidades, lo que penaliza a los trabajadores con una carrera laboral más larga.

El pasaporte de vacunación, clave para «recuperar la confianza» y relanzar el turismo

Por fin verá la luz el certificado digital de salud (comúnmente llamado pasaporte sanitario) que facilitará los desplazamientos de las personas que ya hayan sido vacunadas contra el coronavirus. Pero no solo ellos, también habrá información de los test que ha pasado el viajero y si cuenta con anticuerpos naturales por haber superado la covid.

Y la mejor parte es que será homologable ya que es la propia Comisión Europea la que el pasado miércoles dio luz verde a este documento que responde a las demandas de países como Grecia o España, que por la importancia del sector turístico reclamaban medidas para poder relanzar esta industria de cara al verano. El pasaporte llevará una serie limitada de información clave del turista para saber su situación respecto al virus pero obviará otra información sensible para evitar problemas de protección de datos personales.

Gratuito y digital

El documento (digital y en papel) será gratuito y mostrará si la persona ha sido vacunada (y con qué marca), si tiene anticuerpos naturales porque ha superado la enfermedad (y cuándo fue contagiado) o si cuenta con algún test reciente que demuestre que es negativo en coronavirus.

Los hoteleros celebran este anuncio porque consideran que es «clave» para «recuperar la confianza y reactivar la demanda». En un comunicado, Cehat asegura que la puesta en marcha urgente de este sistema supondrá una «garantía sanitaria» y permitirá a los viajeros una «movilidad segura en toda la UE».

«Era una necesidad imperiosa que venía denunciando este sector casi desde el comienzo de la crisis, puesto que en un contexto como este es fundamental para controlar la pandemia a través de la trazabilidad de los viajeros y para posibilitar la actividad turística», afirma Jorge Marichal, presidente de la confederación.

Carlos Garrido, presidente de CEAV, explica que este pasaporte «ayuda a ordenar las nuevas características de los viajeros», lo que mejorará cómo las agencias de viajes adapten las reservas «con los requisitos que pida cada destino».

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