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La Unión Europea, en general, y Alemania, en particular, se han percatado con la crisis energética motivada por la invasión rusa de Ucrania cuál es una de las debilidades del viejo continente:la dependencia del exterior. Ya ocurrió en la pandemia, con la fabricación de mascarillas. Y después, con la crisis de semiconductores y tecnologías. Por eso, Berlín se acaba de sumar al proyecto del H2Med, el corredor que permitirá transportar hidrógeno limpio a través de la península ibérica hacia el norte de Europa. Y desconectarse de Moscú. Estas son las claves de un proyecto que nació bajo la necesidad de transportar gas natural a través de los Pirineos y que ha derivado en una infraestructura que unirá Barcelona con Marsella.
El camino kilométrico
El proyecto final del H2Med discurrirá entre la costa catalana y la francesa a través de un conducto de unos 360 kilómetros de recorrido. transportará unas 2 millones de toneladas de hidrógeno verde al año a Francia y Portugal a través de Barcelona y Zamora. El corredor tendrá un coste que rondará los 2.500 millones de euros y podría estar listo a finales de esta década. Supone el fin del proyecto MidCat, la unión por tierra con Francia completada parcialmente hasta la provincia de Girona, aunque aspiraba a llegar hasta Toulusse.
Hidrógeno renovable frente al gas
El H2Med es una infraestructura llamada a transportar hidrógeno renovable, aunque transitoriamente también llevará gas. El hidrógeno verde es el resultado de un proceso de electrólisis (se descompone la molécula del agua en oxígeno e hidrógeno) que se genera con instalaciones renovables. Ese hidrógeno (H2) es el que después se usará como fuente de energía frente al gas, procedente ahora de las decisiones de Rusia y otros países extranjeros. Así pretende Europa fortalecer su autonomía.
Usos prácticos
El H2 servirá como materia prima en la industria química, en la petroquímica para el refinado del petróleo y en la metalurgia para obtener acero. Además, está pensado como combustible para descarbonizar el transporte, sobre todo el de larga distancia y aéreo. También servirá para electricidad y calefacción en hogares. Y como almacenamiento.
Verde, gris, rosa, azul...
Lo más determinante del verde es que se produce con energías renovables. Pero también existe el hidrógeno azul, a base de combustibles fósiles aunque capaz de capturar y reducir las emisiones durante todo el proceso. El gris es el más contaminante, al usar el gas natural como combustible. Y en todo este proceso Francia apuesta por el hidrógeno rosa, a través de la energía procedente de las centrales nucleares.
Largo proceso
Aunque con la posición de Alemania, y el acuerdo entre Francia y España, el camino del H2Med está más despejado, existen riesgos de por medio. El primero, la financiación millonaria que deberá proceder, en buena medida, de fondos comunitarios. Yla mejora en la eficiencia y uso del agua (dulce o salada) para evitar que una solución conlleve otro problema de mayor calado.
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