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Los hoteleros canarios se enfrentan a pérdidas millonarias como consecuencia inmediata de la quiebra de Thomas Cook, que el pasado año trajo hasta el archipiélago a más de 2,1 millones de turistas. El turoperador británico, que anunció la suspensión de pagos la madrugada del lunes, deja sin pagar a sus proveedores de camas en el archipiélago facturas pendientes desde mediados de julio que suman una deuda de entre 140 y 160 millones de euros, y que los alojamientos isleños, los más afectados de España, dan prácticamente por perdidos.
Tenerife es la isla más castigada por la caída del gigante turístico, que deja una deuda que puede llegar hasta los 41 millones de euros, según los cálculos de este periódico. La pérdida en Gran Canaria llegaría a los 28 millones de euros; en Lanzarote y Fuerteventura, el turoperador acumula facturas por valor de hasta 24 millones de euros en cada una de estas islas; y en La Palma la factura no cobrada se acerca a los 4 millones.
Es el impacto inmediato, pero a corto y medio plazo, el panorama se presenta «muy complicado» debido a las cancelaciones masivas derivadas del cese de la actividad de un gigante turístico que trajo el pasado año a las islasx a unos dos millones de turistas desde Reino Unido, países nórdicos y Alemania.
El presidente de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo (FEHT) de Las Palmas, José María Mañaricua, explicó ayer que «hay complejos turísticos que trabajaban en exclusiva con el turoperador británico, y que les garantizaba el 70% de las reservas turísticas en invierno». Esa desplome de las reservas, unido a las facturas sin cobrar, generará «problemas muy graves de insolvencia» sobre todo en los complejos más pequeños cuyo negocio dependía de los turistas que les proporcionaba Thomas Cook.
Además, con el inicio de la temporada alta en Canarias a la vuelta de la esquina (comienza a finales de octubre), hay poco margen para recuperar el hueco que deja el mayorista británico, advierten los empresarios turísticos. «Es un varapalo muy importante, las ocupaciones turísticas bajarán mucho en Canarias en los próximos meses», explicó Mañaricua. «Perdemos conectividad aérea, por lo que la prioridad es buscar alternativas en otros operadores para que los cientos de miles de turistas que tenían planeado viajar hasta las islas en Thomas Cook este invierno puedan volar hasta aquí», recalcó Mañaricua. El representante de los hoteleros destacó que el papel de las administraciones públicas en la búsqueda de alternativas aéreas va a ser «fundamental», y de ahí que lanzara un mensaje de auxilio para minimizar las graves consecuencias a las que se enfrenta el destino canario.
Fuentes de Thomas Cook reconocieron que más de 30.000 clientes del turoperador se encuentran en Canarias a la espera de ser repatriados –unos 600.000 en todo el mundo–. Ayer los cerca de 2.000 turistas que debían volar con la compañía desde Canarias a sus países de origen en 11 vuelos fueron trasladados en aviones de rescate fletados por el Gobierno de Reino Unido, informó Aena.
Solo en los primeros nueve meses de 2019, Thomas Cook transportó a 2,6 millones de pasajeros en sus vuelos (salidas y llegadas) con Canarias. La consejera de Turismo del Gobierno de Canarias, Yaiza Castilla, se reunirá hoy con la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, y el resto de comunidades más afectadas por el cierre de Thomas Cook para diseñar un «plan de choque» para paliar consecuencias en el sector turístico.
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