El textil espera unas rebajas más agresivas este verano para compensar el parón de ventas en 2024

A pesar de que las rebajas de verano dejaron de ser hace tiempo un gran reclamo para el consumidor -que puede encontrar ofertas a lo largo de todo el año- Eduardo Zamácola, presidente de la Asociación Empresarial del Comercio Textil y Complementos (Acotex), explica a este medio que para el periodo que se inicia se esperan «descuentos algo más agresivos» que el pasado año, ante el mayor volumen de stock acumulado al que ahora hay que dar salida.

«El adelanto de la Semana Santa a marzo, cuando hizo menos calor, ha sido negativo para la venta de prendas de esa temporada. De hecho, las ventas del sector cayeron un 7,9% en marzo, un 1,9% en abril y un 3,5% en mayo; y en lo que va de año acumulamos un descenso del 1,88%», explica Zamácola.

«La gente no ha comprado 'verano' y por eso esperamos rebajas más agresivas que el año pasado y un aumento de las ventas, pero eso no implica que sea positivo para el sector, pues significa que no hemos generado el margen cuando tocaba», añade. De hecho, y aunque no tienen previsiones oficiales, la patronal del comercio de moda calcula que para compensar la caída de los últimos meses, las ventas en las rebajas -donde el stock se vende a menor precio del ofertado meses antes- tendrían que acelerarse entre el 5% y el 10%.

Además de con prendas que ahora saldrán a los escaparates con descuentos, los comercios del sector deben buscar nuevas estrategias para recuperar a un cliente que, desde la pandemia, ha dejado en un segundo plano el gasto en textil. «Ahora la gente prefiere gastar en ocio, restauración, etc. que en moda», apuntan desde Acotex.

Según un reciente estudio de Kantar, «hoy hay menos compradores de moda, que compran con menos frecuencia y que gastan en vestimenta un 33% menos que en 2008 (584 euros frente a 393 euros antes de la pandemia)». De cara a estas rebajas de verano, la Asociación Española del Consumidor apunta a un gasto medio de cada español de 104 euros, 15 más que el año pasado.

En todo caso, el escenario es complejo para el sector. En un entorno inflacionista, los analistas de Kantar recuerdan que en estos años el consumidor ha evolucionado hacia compras más orientadas a lo estrictamente necesario, opta por los retailers de precios bajos y nuevos operadores low cost, como Shein, Pepco, Zeeman o Kik. «La suma de estos factores ha provocado el estancamiento del sector, que sigue sin alcanzar los niveles de facturación prepandemia», explican desde la firma, insistiendo en que la industria ha crecido en valor, pero ha sido a costa de no crecer en volumen, «lo que puede poner en riesgo el crecimiento futuro, ya que el ciclo inflacionario parece que se está agotando».