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Quintero: «El control sigue en la Ley del Suelo»

Quintero: «El control sigue en la Ley del Suelo»

El consejero de Agricultura del Gobierno de Canarias es un defensor nato del sector primario de las islas, quizás porque procede de El Hierro, donde la agricultura tiene un peso específico en la economía insular. Asegura, convencido, que la Ley del Suelo ayudará a crecer al sector.

Jueves, 1 de enero 1970

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Esta semana se ha aprobado la Ley del Suelo que recoge numerosas medidas para el sector primario ¿Cuáles son las principales aportaciones?

— La Ley del Suelo es fundamental para el sector primario. Recoge el mapa canario de cultivos, que reconoce que hay 140.000 hectáreas aptas para ser cultivadas. Ahora mismo hay menos de 50.000 cultivadas y el resto, son potencialmente recuperables, casi tres veces más. Otra medida es que al suelo rústico de interés agrario se le da la misma protección que al paisajístico-medioambiental. A partir de ahora solo se podrá usar ese suelo y modificar planes si el proyecto es de interés general, como crear un centro de salud o una escuela. La ley también permite que el agricultor y el ganadero puede realizar actividades complementarias en su explotación, al fin de que obtengan una renta más. De esta forma, pueden organizar visitas turísticas a sus fincas e incluso vender productos, no solo el suyo propio sino el producto canario en general, lo que elimina a los intermediarios. También se podrán poner en marcha proyectos de restauración.

—Otra medida importante de la norma es que permitirá legalizar explotaciones ganaderas. ¿Cuántas estiman que aflorarán?

—La norma simplifica los trámites burocráticos en el campo que a veces son ridículos. Imagínate, si se cae una pared es necesaria pedir licencia para volver a levantarla. A partir de ahora, si se cae la levantas, obviamente respetando las características iniciales. La mayor agilidad de los trámites permitirá aflorar muchas explotaciones ganaderas porque podrán hacer las modificaciones y obras necesarias para adaptarse. Hoy estimamos que hay más de 500 alegales esperando por legalizarse. Algunas no podrán hacerlo por estar en espacio protegidos o urbanos, pero la mayoría, que necesitan hacer obras para cumplir con la normativa podrán hacerlo e incluso, recibir subvención.

—Este cambio permitirá que muchos hagan trampa y arreglen y pongan en uso construcciones que hoy están medio derruidas en sus fincas.

— Ahora se permite con un informe del Cabildo que se pueda arreglar una construcción que haya para destinarla a uso turístico pero no residencial, a no ser que sea de guardia y custodia. Y ojo, nunca se podrá construir nada nuevo. Los controles seguirán para evitar la picaresca.

— Hoy la agricultura aporta el 1,8% del PIB canario, ¿ayudará la Ley del Suelo a aumentar este porcentaje?

— Entendemos que sí ayudara al sector primario a crecer y seguir la senda de 2016, cuando creció un 4,9%. La norma resuelve muchas trabas burocráticas y administrativas que tiene el campo. Y es necesario hacer el campo atractivo, si no no conseguiremos que la gente decida se quede y lo trabaje. Por eso hay que facilitar que se obtengan rentas complementarias y favorecer la venta directa, eliminando al intermediario que encarece el producto para perjuicio del agricultor. Y no olvidemos una cosa, el campo en Canarias es paisaje y por tanto, es clave para el sector turístico. Sin entorno rural no existirían los pueblos que visitan los turistas.

— El agricultor tiene otro problema y es que aunque quisiera entrar a cultivar alguna de las 70.000 hectáreas potencialmente recuperables, ese suelo es privado y hay que pagarlo.

— Sí es cierto. Se puede arrendar o comprar. Ya es cosa de los cabildos y ayuntamientos el crear bancos de tierra y ponerlo a disposición. Nosotros concedemos a los agricultores jóvenes -de menos de 41 años- ayudas para el arrendamiento. Y funciona. Este año tenemos 365 jóvenes que quieren entrar en la actividad. La convocatoria era de 7 millones pero hemos ampliado el crédito a 13 millones por la fuerte demanda.

—Con la crisis muchos canarios volvieron al campo para poder tener un trabajo. ¿Temen que con la recuperación se abandone de nuevo?

— El concepto está cambiando. Con la crisis mucha gente intentó ir al campo pero para ser competitivo en un mundo global hay que ser un profesional y estar formado. Muchos no se consolidaron. De hecho desde 2006 no hemos tenido ningún dato positivo hasta 2016, cuando crecimos un 4,9%. El campo no es hoy una última opción sino un modelo de negocio, que genera empleo y economía. Además tiene mucho potencial en producción tropical: el aguacate, el mango, la papaya...

— Es difícil animar a dedicarse al campo cuando uno de los sectores más fuertes, como el tomate, lleva años perdiendo cuota.

—El tomate ha tenido la crisis y además unas circunstancias que le han perjudicado en los últimos años como los 20 millones de euros que el sector tuvo que pagar por las ayudas del transporte. Afortunadamente las sentencias del Supremo reconocen que no hubo fraude y están ingresando el dinero pero lo tuvieron que abonar los tomateros en plena crisis. Además, Europa ha firmado un nuevo protocolo con Marruecos que le permite exportar más cupo de tomate.

—¿Seguirá cayendo o remontará?

—Hemos hecho varias cosas para conseguir que remonte, como la compensación al transporte que se hará efectiva si se aprueban los Presupuestos del Estado y además, hemos elevado de 7.500 a 15.000 euros la subvención por hectárea. También estamos tramitando la denominación geográfica protegida, para hacer un tomate diferenciado.

—Si pero al final, estamos igual. La agricultura tira en las Islas por los subsidios.

— El tomate sería rentable si Europa no fuera hipócrita en sus políticas. Exige mucho a Canarias a la hora de producir y luego a Marruecos no le pide nada pero, eso sí, le compra grandes cantidades que están hundiendo al tomate de las Islas. En cuanto a las ayudas, la agricultura canaria es compensada no subsidiada, que son dos cosas distintas. Y tenemos derecho por la lejanía y la ultraperiferia.

— ¿Debería tirar más el sector turístico del primario?

—El año pasado llegamos a convenios con alguna cadena hotelera pero sí, falta más. El sector turístico tira poco y debe hacerlo porque el turismo le debe mucho al sector primario, no solo por el paisaje que genera. El turista busca experiencias, como la gastronómica, y debemos dársela con nuestros productos.

— Hablando ahora de política, ¿es mejor la entrada del PP en el Gobierno o que CC gobierne con apoyos puntuales?

— Eso lo decide el partido pero creo que cabe la posibilidad de acuerdos puntuales. Es una alternativa pero no lo digo yo, lo ha dicho Coalición Canaria.

— Se le postuló para presidir CC pero finalmente su organización AHI decidió que no. ¿Le hubiera gustado? ¿Habrá otro momento?

— Son momentos. Era un opción pero entonces no era el momento. Mis responsabilidades son ahora otras. De cara a futuro no lo descarto porque nunca se sabe.

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