Las secuelas de la crisis llevan al récord la renuncia de herencias

El peso de las renuncias sobre el total de las herencias que se tramitan en el archipiélago (16.410) se sitúa en el 10,4%, una tasa que se ha mantenido en los últimos años y que supone que una de cada diez legados es rechazado. En 2007 la tasa era tan solo del 3%.

Desde el estallido de la crisis no ha dejado de crecer el número de personas que deciden renunciar a la herencia de sus familiares. Ni tan siquiera la bonificación del Impuesto de Sucesiones y Donaciones al 99,9%, que se aplica en Canarias desde el año 2016 y que convierte en simbólica la cantidad a pagar, ha servido para revertir esta situación.

El decano del Colegio Notarial de Canarias, Alfonso Cavallé, asegura que en Canarias la renuncia de herencias no tiene nada que ver con los impuestos a pagar puesto que son «prácticamente inexistentes». El único que «se puede notar» es la plusvalía que cobran los ayuntamientos aunque, según indica, nadie renuncia a una herencia por este tributo.

Según Cavallé, tras la mayoría de los rechazos están las secuelas de la crisis y sobre todo, del boom inmobiliario. Las elevadas tasaciones que se realizaron en los años previos a la crisis y los altos créditos que se concedieron sobre inmuebles que perdieron gran parte de su valor tras el estallido es el principal motivo de que uno de cada diez canarios renuncie a su herencia. «Hay mucha deuda pendiente, sobre todo hipotecaria, de la época anterior y muchas personas no la pueden asumir. Además hay ocasiones en las que lo que se debe puede ser incluso superior al valor del activo que se va a heredar», indica Cavallé, quien reconoce que la situación ha ido mejorando con la recuperación del mercado inmobiliario aunque, advierte, «aún queda».

A este grupo se suma en los últimos años y en tendencia creciente, personas que deciden renunciar a su parte de una herencia para favorecer a otro familiar. «Hay muchas razones pero cada vez hay más casos de ese tipo», manifiesta.